La posición del Grupo de los 20 (G20) es firme. Evitar que se produzca una guerra abierta de divisas. Pasaría un coste negativo a los países emergentes. Y sería un golpe a expectativas de crecimiento. Son asuntos, como destacó Hechos de Hoy, que han pesado en los mercados en la primera semana de septiembre.
El Grupo de las 20 (G20), las principales economías industrializadas y emergentes del mundo, se mostró esperanzado con poder acelerar el crecimiento económico global, aunque reconoció que sus expectativas anteriores no se han cumplido. Los subrayó la declaración final de la cumbre de ministros de Economía y gobernadores de bancos centrales del G20 en Ankara, en Turquía.
"El crecimiento global está por debajo de nuestras expectativas. Nos hemos comprometido a tomar acciones decisivas para mantener la recuperación económica en marcha y confiamos en que la recuperación se acelere de nuevo", se destacó.
El Grupo de los 20 espera poder mejorar las perspectivas de crecimiento con una serie de medidas "cuidadosamente calibradas". Especial énfasis se pondrá en las decisiones monetarias "para minimizar los efectos negativos, mitigar incertidumbres y promocionar la transparencia". "No vamos a usar devaluaciones competitivas y resistirnos a cualquier forma de proteccionismo", se subrayó.
La declaración señala que los países del Grupo de los 20 "toman nota" de que, en línea con una perspectiva económica mejorada, "es más probable que se restrinja la política monetaria", en aparente referencia a una posible subida de tipos de interés en Estados Unidos.
En ese sentido, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, estimó en Ankara que una esperada subida de tipos en Estados Unidos tendrá a medio plazo el efecto de normalizar la economía.
"La Reserva anunció hace tiempo que iba hacia una normalización de su política monetaria: en primer lugar, la retirada de los paquetes de estímulo, de compra de activos, y en estos momentos está calibrando la posibilidad de una subida de los tipos", apuntó Luis de Guindos.
Por otro lado, los ministros y banqueros centrales del G20 insistieron en el fomento de las inversiones, lo que calificaron como "máxima prioridad". "Para ello, hemos preparado estrategias de inversión para cada país", cseñaló cluye la declaración final de una reunión, preparatoria de la cumbre de jefes de Estado del G20 el próximo 15 y 16 de noviembre en Antalya, en el sur de Turquía.