La valentía de Juan Guaidó, su amor a Venezuela, y su decisión de poner en riesgo su vida para defender la Constitución, ha impactado en todo el país. Fue significativa su detención, y posterior puesta en libertad. Hay un debate abierto en la cúpula de las Fuerzas Armadas. Ninguna opción está descartada. El ocaso de Nicolás Maduro comienza a proyectarse con fuerza.
Una fuerte repercusión del mensaje que grabó Juan Guaidó "a la familia militar venezolana" ante las marchas cívicas del 23 de enero, una nueva fecha para la historia de Venezuela.
Llamó a las Fuerzas Armadas a interpretar correctamente la Constitución. A “colocarse al lado del pueblo” para restablecer el orden constitucional. Rcordó que sus abuelos fueron militares de carrera. Volvió a subrayar que “la cadena de mando está rota". "El Ejército no tiene comandante en jefe”, reitero Juan Guaidó para destacar la usurpación del gobierno anticonstitucional de Nicolás Maduro.
En Caracas, ha impactado el nivel de la protesta, antes de la marcha cívica, en barrios populares, lo que era hasta ahora el cinturón rojo chavista de la metrópoli. La ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social confirmó protestas masivas ante el caos económico, el colapso de los servicios, y el derrumbe de los salarios.
En las barriadas de Ruiz Pineda, Las Adjuntas, Petare, Cotiza, La Pastora y San Agustín se exigió la renuncia de Nicolás Maduro. Fue la llama que extendió la rebelión militar en Cotiza. En la avenida Dalla Costa, en la localidad de San Félix, a 800 kilómetros al sur de Caracas, fue destruída e incendiada una esttaua de Hugo Chávez.
Los mítines organizados por la Asamblea Nacional, los cabildos abiertos o asambleas vecinales, han desbordado la censura y la represión. Se han convertido en un masivo apoyo a la Constitución en un movimiento de una trascendencia como no había conocido hasta ahora Venezuela. Es el espíritu de las masivas marchas que vive el país en el marco de la movilización nacional del 23 de enero. Juan Guaidó impulsó estas marchas dentro y fuera del país como homenaje al nacimiento de la democracia en Venezuela en 1958.
Importante paso a la vez de la Asamblea Nacional al nombrar a Gustavo Tarre Briceño como representante especial ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la transición hacia la democracia. El secretario general, Luis Almagro, celebró este nombramiento. Por primera vez se alumbra una salida ante la situación crítica a la que condujo la injerencia de Cuba para teledirigir al país tras la muerte de Hugo Chávez.