Entendimiento, diálogo y responsabilidad, las tres palabras claves del mensaje del Rey Felipe VI a la nación.
Por primera vez el Mensaje de Navidad abandonó el Palacio de La Zarzuela para trasladarse al marco solemne del Palacio Real, el guiño del Rey para mostrar el peso de la historia, con aciertos y errores, el legado de generaciones, y la proyección al futuro.
Fue un discurso de 12 minutos que mostró, antes de las palabras del Rey, el gran Belén instalado en el Palacio Real junto a un gran árbol de Navidad. Después, en el Salón del Trono, Felipe VI habló con gran claridad del trascendental momento que vive España tras unas reñidas elecciones.
No se refirió a ninguna fuerza política, ni mencionó otras cuestiones que no fueran la necesidad de "trabajos dignos" y las expectativas de crecimiento, bienestar y fortaleza del Estado en los servicios de educación y sanidad.
De principio a fin el Rey llamó a la generosidad para la gobernanza. Definió el espacio político de España. Y emitió a la vez un mensaje de tranquilidad y confianza.
Lo hizo en una noche de luna llena, de tiempo apacible, de mucha gente en la calle antes de la cena en sus hogares. El Mensaje de Navidad del año pasado, el primero del Rey Felipe VI, tuvo una audiencia media de 8,2 millones de espectadores y el 73,4 por ciento de cuota de pantalla. Será el primer dato interesante de conocer este viernes 26, festividad de la Navidad.
– Ver en Hechos de Hoy, Mensaje de Felipe VI en el momento de frialdad y rechazo de Sánchez a Rajoy.