Cadena de homenajes a un actor de talla excepcional.
El director español Juan Antonio Bayona calificó al actor de “inolvidable” en algunos de los personajes que interpretó a las órdenes de Scorsese, Allen, Soderbergh, Cronenberg y Attenborough.
"Se marchó para siempre el gran Ian Holm, inolvidable en Alien, Carros de fuego o El Señor de los Anillos. Trabajó con Cronemberg, Gilliam, Scorsese, Allen, Lester, Soderbergh, Egoyan, Branagh, Lumet, Boyle, Schaffner, Mann, Attenborough, Emmerich o Besson. DEP", el hilo de homenaje de Juan Antonio Bayona.
Holm impactó a generciones muy diferentes. Se hizo mundialmente popular, por su Bilbo Bolsón de El señor de los anillos, obra que ya conocía por haber dado voz anteriormente al sobrino de ese personaje, Frodo Bolsón en el serial radiofónico de la novela que la BBC emitió en 1981.
Asumió el papel de Bilbo anciano en El hobbit: un viaje inesperado, introduciendo el trabajo de Martin Freeman, que protagoniza la película interpretando al mismo personaje de joven
El actor británico quedó así unido al hobbit Bilbo Bolsón en la trilogía de El señor de los anillos. Pero estuvo nominado al Oscar por su papel en Carros de fuego. Murió en Londres a los 88 años
"Con gran tristeza anunciamos que el actor Sir Ian Holm falleció esta mañana a la edad de 88 años. Murió pacíficamente en el hospital, rodeado de su familia", confirmó su agente al diario británico The Guardian, "Era encantador, amable y ferozmente talentoso, lo extrañaremos enormemente", el comunicado de homenaje de su familia.
Además de la trilogía de El señor de los anillos, protagonizó películas de gran éxito como El quinto elemento, Alien, el octavo pasajero, El aviador, y Brazil. Holm ganó un Bafta y fue nominado a un Oscar por su papel como el entrenador de atletismo Sam Mussabini en Carros de fuego (1981).
Una carrera comenzada en el mundo del teatro en los años 50 tras estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art (RADA), de Londres, para después unirse a la Royal Shakespeare Company. Su primer papel teatral lo interpretó en 1954, en una adaptación del Otelo de Shakespeare. Su profundo conocimiento de la Literatura inglesa y del teatro, así como sus aportaciones, le valieron ser distinguido por la reina Isabel II como comendador de la Orden del Imperio Británico en 1990. Después, ya en 1998, fue nombrado Sir.