“Si Putin no paga el precio por la muerte y destrucción, seguirá adelante y se elevará el coste para Estados Unidos, nuestros aliados de la OTAN y socios en Europa y en el mundo”. Joe Biden anunció la imposición de una batería de casi 600 sanciones a individuos y entidades tanto en Rusia como globalmente.
Se trata del mayor paquete de sanciones de Washington desde que el Kremlin inició hace dos años la guerra total de invasión en Ucrania. Biden que llegan en respuesta a esa “continuada guerra de conquista” y a la muerte en prisión del disidente Alekséi Navalni, al que ha definido como “un valiente activista anticorrupción y el más feroz líder de la oposición a Putin”, a quien responsabiliza de su muerte.
Entregado el cuerpo a su madre
El cuerpo del opositor ruso Alekséi Navalni fue entregado finalmemte a su madre más de una semana después de su muerte, anunció el sábado la portavoz de la familia, Kira Yarmysh.
“El cuerpo de Alekséi fue entregado a su madre. Muchas gracias a todos los que nos pidieron esto”, anunció Yarmysh en las redes sociales. Informó que la madre de Navalni, Lyudmila Navalnaya, todavía se encuentra en Salekhard, la ciudad ártica donde se encontraba el cuerpo de su hijo.
Aún no se han hecho planes para el funeral, dijo Yarmysh. “No sabemos si las autoridades intervendrán para llevarlo a cabo como quiere la familia y como Alekséi se merece. Les informaremos tan pronto como haya novedades”, comunicó.
La viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, acusó a Vladimir Putin de ordenar que se retuviera el cuerpo para ocultar la causa de la muerte de Navalni y por temor a que su funeral atrajera grandes multitudes. Navalni pudo ser asesinado después de torturas y ser obligado a una caminata en medio de durísimas condiciones de frio polar como informó Hechos de Hoy.
La familia de Navalni había pedido durante varios días a las autoridades rusas que liberaran su cuerpo. La anciana Navalnaya viajó a Salekhard para recuperar el cuerpo poco después de la muerte de su hijo, pero fue rechazada repetidamente.
Yarmysh dijo el viernes que a Navalnaya le dieron un ultimátum para aceptar un funeral secreto o ver a su hijo enterrado en la colonia penal del Ártico donde murió.
El sábado se cumplen nueve días desde la muerte de Navalny, momento en el que, según la tradición cristiana ortodoxa, se supone que se ofrecen oraciones a los difuntos.
Yulia Navalnaya acusó a Putin de “violar todas las leyes, tanto humanas como de Dios”, al negarse a entregar los restos de su difunto marido. Dijo que las acciones del líder ruso van en contra de su imagen cuidadosamente elaborada como un cristiano ortodoxo devoto que protege tanto la fe como el Estado de la infiltración de los valores occidentales .