El flujo obtenido mediante una citología en el interior de una vagina permite detectar si existe cáncer de ovario y endometrio. Los científicos de la Universidad Johns Hopkins se han encargado de desarrollar un test genético que detectaría este tipo de dolencias a través de la obtención de flujo cervical.

En el estudio piloto, la prueba que se basa en la secuencia genómica de las mutaciones específicas del cáncer, se llegó a detectar con exactitud el cien por cien de los casos de cáncer de endometrio y el 41% de los de ovario. Estos resultados han sido expuestos en la revista Science Translational Medicine.

Son necesarios estudios a mayor escala antes de la implementación clínica de la prueba, han remarcado los científicos pero también creen que tiene el potencial para convertirse en líder de las prubeas de detección precoz basadas en la genómica.

Dado que la citología en ocasiones contiene células desprendidas de los ovarios o el endometrio, las células cancerosas que se derivan de estos órganos pueden estar presentes en el flujo.

Al menos así lo ha señalado el profesor asociado de oncología de la Universidad Johns Hopkins y director del Laboratorio Swim Across America, Luis Díaz. “Nuestro enfoque de secuenciación genómica puede ofrecer el potencial de detectar estas células cancerosas de una manera eficaz”, ha señalado.

El fluido cervical de las pacientes con cáncer ginecológico contiene ADN celular normal mezclado con ADN de las células cancerosas. Por ello, su objetivo es usar la secuenciación genómica para distinguir el ADN canceroso del normal y para ello, identificaron hasta doce mutaciones genéticas, las más frecuentes en ambos tipos de cáncer para desarrollar el cáncer.

Los científicos aplicaron la prueba a las muestras de citologías de pacientes con cáncer de ovario y endometrio. Este nuevo test detectó los tumores tanto en estados precoces como desarrollados.