Ha sido definitivamente Ucrania lo que ha medido la capacidad de Angela Merkel y su visión geopolítica. Ucrania pudo girar al peor escenario, como el de Siria en Oriente Medio. La canciller lo evitó.
El acuerdo de Minsk hizo recapacitar a Vladimir Putin. Alemania no quería ni la humillación de Ucrania ni la de Rusia. También le servido para meditar a Petro Poroshenko.
Es de una gran complejidad todo el proceso. Inicialmente Putin ha dado marcha atrás y Poroshenko al final ha procedido igual. Ucrania no es igual a Siria porque, en Oriente Medio, Bachar El Asad se ha enrocado de forma dramática y él mismo ha convertido su propio país en un infierno. Con el añadido de que a un conflicto político se ha sumado una devastadora guerra religiosa.
En Ucrania la guerra convirtió a vecinos en enemigos. Los separatistas han sembrado el odio en nombre de la República Popular de Donetsk. Con el alto el fuego y la retirada progresiva de armamento pesado comienza la muy compleja tarea de poner en pie un Estado de espíritu federal en el sentido político. La imaginación y la audacia tienen que encontrar una estructura para que la población rusa se asiente y haya convivencia.
Como explicó Hechos de Hoy, la canciller actuó con gran decisión para crear un nuevo clima de diálogo y confianza con Rusia. Es cuestión esencial para Europa y asunto sobre el que los Estados Unidos tiene otras sensibilidades. Barack Obama giró sobre Asia y China en su presidencia y contempló sólo a distancia cuestiones intrínsecas europeas. Es obvio que Ucrania no puede ser miembro de la OTAN ni entrar en el núcleo duro de Europa y mucho menos de la Eurozona,
Sobre todas estas cuestiones , una encuesta midió a la canciller. La mayoría de alemanes cree que Angela Merkel está al mismo nivel de otros cancilleres históricos y quieren que la líder cristianodemócrata (CDU) busque un cuarto mandato consecutivo en las elecciones de 2017.
Un 58% de los consultados por el Instituto Forsa para la revista Stern vio a la canciller al nivel de Konrad Adenauer (CDU), el primer canciller de la República Federal de Alemania (1949-1963), o del socialdemócrata Willy Brandt (1969-1974). El papel de Angela Merkel en el conflicto de Ucrania "reforzó la imagen de una canciller que se ocupa de resolver esas crisis", explicó el director de Forsa, Manfred Gllner.
El sondeo indica también que un 56% de los alemanes quieren que la canciller de 60 años sea candidata en las elecciones generales de 2017 para buscar su cuarto mandato consecutivo desde que llegó al poder en 2005. Un 36% rechazó esa posibilidad. Angela Merkel inició su tercer gobierno a fines de 2013 tras ganar con una mayoría aplastante su segunda reelección, algo que sólo habían logrado antes el propio Konrad Adenauer y Helmut Kohl, el canciller de la reunificación alemana (1982-1998).
La canciller mantiene intacta además su popularidad. En un sondeo publicado a principios de mes de febrero ocupó el primer lugar en la lista de personalidades más admiradas del mundo por los alemanes. La encuesta coinicidió con el anuncio por parte de Petro Poroshenko de la retirada de tropas de Debaltsevo, la estratégica ciudad situada entre Donetsk y Lugansk. Se trata de una ciudad vital para restablecer el transporte entre los bastiones rebeldes. Es la ciudad donde ha ondeado bandera de Novorossia, la unión entre las autoproclamadaa repúblicas populares prorrusas.
