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Entender cómo un partido se mantiene en el poder es importante no sólo como dato histórico, sino también para construir alternativas políticas viables.
En agosto de 2016, el PLD completará 12 años consecutivos de gobierno y 16 en total de los últimos 20. Ningún partido ha gobernado tanto tiempo este país bajo las reglas de la competencia electoral. En los 12 años de Balaguer (1966-1978) no hubo competitividad electoral, excepto en 1978 obligado por las circunstancias cambiantes a nivel nacional e internacional; y en los 10 siguientes del balaguerismo (1986-1996), la reelección se impuso en 1990 y 1994 bajo disputas electorales.
Cuatro factores fundamentales explican cómo el PLD ha logrado mantenerse en el poder tanto tiempo.
A. La unidad partidaria. Existen tensiones; de hecho, el PLD reproduce el mal histórico de baja institucionalidad partidaria y caudillismo; y las tensiones se han agravado al competir Danilo Medina con Leonel Fernández por el control del partido y del Estado. Pero hasta la fecha, el comité político ha logrado sortear los conflictos manteniendo la unidad, como se evidenció en la reciente crisis por la reforma constitucional para permitir la repostulación de Medina.
B. El manejo de la economía. No reina en el país la prosperidad que propaga el gobierno ni mucha gente siente gran bienestar. Pero a la fecha, a pesar del alto endeudamiento público, los gobiernos del PLD han logrado mantener niveles moderados de inflación y devaluación, sin fuertes choques que trastornen significativamente a productores y consumidores. Hay insatisfacción en amplios segmentos de la población, pero no desesperación.
C. El extenso sistema clientelar y asistencial, permeado por la corrupción. Esto permite incorporar al reparto de bienes públicos amplios segmentos de la élite política, económica, mediática y religiosa; así como grupos medios y pobres.
D. La desarticulación del PRSC y del PRD. La causa principal son las luchas caudillistas internas, pero el PLD ha contribuido ofertando beneficios clientelares a dirigentes disgustados o desesperados por participar del reparto. Así, el PLD ha absorbido segmentos importantes de la supuesta oposición, hasta incluir recientemente el único partido que fuera de masas en este país: el PRD.
Estos factores, pilares para mantener el PLD en el poder, contienen también el germen de su eventual salida. Si el PLD se divide, si se presenta una crisis económica de magnitud que lacere el poder adquisitivo y restrinja el sistema clientelar, o si la oposición se articula en torno a un gran partido o coalición de partidos con propuestas de amplio apoyo social.
Es decir, si uno de estos factores cambia, es muy probable que los otros se desestabilicen. Por ejemplo, una fuerte crisis económica podría levantar y unificar un amplio segmento de la oposición; o una división del PLD podría tener un efecto fortificante en la oposición.
Hacia las elecciones de 2016, el PLD tiene a su favor que los cuatro factores que han contribuido a mantenerlo en el poder perduran, a pesar de los conflictos internos, los déficits públicos y los escándalos de corrupción. El partido se mantiene unido, no se vislumbra una crisis económica de magnitud antes de mayo, y la oposición se dispersa cada vez más sin ofertar un proyecto ni un liderazgo de fuerte arraigo nacional.
Simultáneamente, el PLD construye una amplia alianza de partidos y movimientos, y tiene recursos suficientes para extender aún más la red clientelar, incorporando más activistas y votantes.
En resumen, a la compactación de la alianza PLD con amplios recursos a disposición, se contrapone la dispersión de la oposición con escasos recursos. Esta es la situación electoral a diciembre de 2015.
– Artículo originalmente publicado en el periódico impreso Hoy de República Dominicana.
– Rosario Espinal es socióloga y politóloga.
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