El jefe de la comisión electoral informó que obtuvo 17,8 millones votos de un total de 28,6 millones de papeletas escrutadas. Estaban convocados a las urnas más de 59 millones de iraníes.
El clérigo ultraconservador Ebrahim Raisí, jefe del Poder Judicial, logró una victoria sin oposición en las elecciones presidenciales en Irán. Duro entre los duros, es el protegido de Ali Jamenei, líder supremo de Irán.
Unas elecciones marcados por una gran abstención ante el desánimo y la percepción de los frenos de Ali Jamenei a un giro copernicano en Irán.
El único candidato moderado que concurría en los comicios, el exgobernador del Banco Central, Abdolnaser Hematí, reconoció al clérigo ultraconservador como vencedor en un mensaje en su cuenta de Instagram.
Hematí expresó su esperanza de que el próximo gobierno, que tomará posesión en agosto, "mejore la situación de la población y genere orgullo para la República Islámica".
También los conservadores Rezaí, secretario del Consejo de Discernimiento, y el diputado Qazizadeh Hashemí felicitaron a Raisí por su victoria y le desearon éxito.
En las presidenciales estaba clara la victoria de Raisí. Pero genera incertidumbre que no se haya producido una masiva participación. Todo lo contrario. Un aviso para legitimar el sistema teocrático iraní. El actual mandatario, el moderado Hasan Rohaní, felicitó al presidente electo.