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Lula impresionado por la ferocidad y odio del ataque. (Foto: @LulaOficial)

BRASILIA, CIUDAD HERIDA

Dolor, tragedia y destrucción en el legado de belleza que dejó Oscar Niemeyer a Brasil

La lista preliminar de los daños causados durante el intento de golpe incluye pinturas, esculturas y mobiliario con un valor “incalculable por la historia que representa”, dijeron las autoridades. También destaca un reloj regalado por el rey Luis XIV de Francia.

Hechosdehoy / María Céspedes Pinzas

Brasilia fue declarada capital de Brasil en 1960.

Es una ciudad planificada que cuenta con emblemáticos edificios blancos de arquitectura moderna, concebidos principalmente por Oscar Niemeyer. Está diseñada como un avión y podría decirse que su fuselaje lo conforma el Eje Monumental, que consta de dos avenidas que flanquean un enorme parque. La cabina la compondría la Plaza de los Tres Poderes, denominada así por las tres ramas del gobierno que la rodean.

¿De verdad quienes asaltaron y destruyeron los tesoros de Brasilia son brasileños y aman y respetan a su país? En la noche del domingo Luiz Inácio Lula da Silva asistió lleno de dolor, en su propio despacho en Brasilia, a la huella de destrucción dejada por el odio,

Los daños a las obras de arte en las sedes de los poderes de Brasil son de un valor “incalculable”.

Los bolsonaristas radicales que atacaron el domingo las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil provocaron daños a numerosas obras de arte que estaban en los palacios, algunos irreparables, y cuyo valor es “incalculable”, según los balances divulgados este lunes.

Desde la monumental obra As mulatas, del pintor brasileño Di Cavalcante, hasta un reloj de péndulo que el rey Juan VI de Portugal recibió como regalo del monarca francés Luis XIV en el siglo XVIII figuran en las listas de obras destruidas o damnificadas por los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.

Los daños no se limitaron a las obras que decoraban los salones del Palacio presidencial de Planalto, propietario de una de las principales colecciones de arte modernista brasileño del país, sino que llegaron también a pinturas, esculturas y muebles históricos que estaban en el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.

“Los terroristas que invadieron el Palacio de Planalto depredaron y destruyeron parte importante del acervo artístico y arquitectónico allí reunido y que representa un capítulo importante de la historia nacional”, según un comunicado de la Presidencia.

Las autoridades brasileñas han encontrado restos de sangre, heces y orina en el interior del Palacio de Planalto de Brasilia -sede del Gobierno-, que el domingo fue invadido y vandalizado por radicales bolsonaristas, en un intento por derrocar al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

El ministro de la Secretaría de Comunicación, Paulo Pimenta, declaró este lunes ante la prensa que el abundante material orgánico hallado en el palacio presidencial servirá para identificar a los “criminales” que provocaron el caos en la capital brasileña durante cuatro horas y media.

“La gente dijo que parecían un bando de personas con odio, fuera de sí, parecían un bando de zombis. Corrían por los pasillos, rompían todo, meaban y defecaban en los pasillos, dentro de las salas. Fue un acto de destrucción”, relató Pimenta.

Brutal destrucción

El gobierno brasileño confirmó este lunes que los manifestantes que atacaron Planalto “vandalizaron y destruyeron una parte importante de la colección artística y arquitectónica que representa un capítulo importante de la historia nacional”.

Rompieron ventanas, derribaron muebles y arrojaron ordenadores e impresoras al suelo. Volcaron la mesa con forma de U donde se reúnen los jueces del Supremo Tribunal Federal, arrancaron la puerta del despacho de un juez y vandalizaron una emblemática estatua ante la corte. Los interiores de los edificios monumentales quedaron en estado de ruina.

Según añadieron las autoridades, se trata de un listado preliminar, ya que todavía no es posible realizar un estudio detallado de todas las pinturas, esculturas y piezas de mobiliario destruidas. No obstante, la primera evaluación apunta varios daños en piezas emblemáticas de la colección

Daños en el Palacio de Planalto

La planta baja

Destruida la obra Bandera de Brasil, de Jorge Eduardo, de 1995. El cuadro, que reproduce la bandera nacional izada frente al palacio y servía de fondo a los discursos de los presidentes de la República, fue encontrado flotando en el agua que inundó todo el piso después de que unos vándalos abrieran las bocas de riego allí instaladas.

La Antigua Galería de los Presidentes, totalmente destruida, con todas las fotografías arrancadas de la pared, tiradas al suelo y rotas.

La segunda planta

El pasillo que conduce a las salas de los ministerios que trabajan en Planalto fue brutalmente vandalizado. Hay muchos marcos borrados o rotos, sobre todo fotografías. Aún no ha sido posible evaluar el estado de varias obras de arte, ya que es necesario esperar a que los forenses y la limpieza de los espacios accedan a ellas.

La tercera planta

As mulatas (Las mulatas), de Di Cavalcanti. La pieza principal del Salão Nobre se encontró con siete agujeros de diferentes tamaños. La obra es una de las más importantes de Di Cavalcanti. Su valor se estima en 8 millones de reales (1,51 millones de dólares), pero piezas de esta magnitud suelen valer hasta cinco veces esa cantidad en subasta.

El flautista de Hamelín, de Bruno Jorge. La escultura de bronce se encontró completamente destruida, con trozos esparcidos por la habitación. Está tasado en 250.000 reales.

Escultura mural en madera de Frans Krajcberg. Rota en varias partes. La obra utiliza ramas de madera rotas y desechadas. La pieza está estimada en 300.000 reales.

Mesa de trabajo de Juscelino Kubitscheck. Expuesta en el salón, la mesa fue utilizada como barricada por los terroristas. Queda por evaluar su estado general.

Mesa Vitrine de Sérgio Rodrigues. Este mueble alberga la información del presidente en funciones. El cristal estaba roto.

Reloj de Baltasar Martinot. Era el relojero de Luis XIV. Sólo hay dos relojes de este autor. La otra está expuesta en el Palacio de Versalles, pero tiene la mitad de tamaño que la pieza que fue completamente destruida.

Balance general

El Director de Conservación de los Palacios Presidenciales, Rogério Carvalho, afirma que será posible recuperar la mayor parte de las obras vandalizadas, pero estima “muy difícil” la restauración del Reloj de Baltasar Martinot.

“El valor de lo destruido es incalculable por la historia que representa. La colección en su conjunto representa a todos los presidentes que han representado al pueblo brasileño durante este largo periodo que comienza con JK. Este es su valor histórico”, dijo Carvalho. “Desde el punto de vista artístico, el Planalto reúne sin duda una de las colecciones más importantes del país, especialmente del modernismo brasileño”.

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