Estalló la ira y las protestas en Cuba contra el Partido Comunista y la falta de respuesta del presidente Manuel Díaz-Canel al quedar la isla a oscuras y sin electricidad. Los daños del hucarán Ian han encendido en todo el país una nueva la de protestas que se suman a las fuertes tensiones de estos meses por la represión y el encarcelamiento como únicas respuestas de Díaz-Canal.

De nuevo, ante los vídeos y audios de las protestas, el Partio Comunista dec retño el apagón total de Internet y del uso de los móviles (celulares) como respuesta de censura total.

Abucheos e Díaz-Canel

Multitudinario abucheo a Díaz-Canel cuando visitó la ciudad de Batabanó tras el paso del huracán Ian. Al grito de “¡camine, camine!”, varios ciudadanos unidos en la protesta expulsaron de la zona al convoy que se trasladaba el dictador,

El medio oficial cubano Cubadebate publicó el jueves que, tras las inundaciones por el paso del huracán Ian, Miguel Díaz-Canel se trasladó hasta el municipio mayabequiano Surgidero de Batabanó, de unos 6 mil habitantes, para “evaluar acciones de recuperación que se ponen en marcha e intercambiar con el pueblo”. Sin embargo, un video publicado en redes sociales reveló que la visita del dictador enfureció a los más afectados en esta ciudad.

Según las cifras oficiales sobre el impacto del huracán Ian, el 85% de los daños se concentra en los municipios de Batabanó, Melena del Sur y San Nicolás, donde las penetraciones del mar provocaron inundaciones que todavía se mantienen en muchos lugares.

Un vídeo mostró cómo fue repudiado Díaz-Canel por los vecinos de Batabanó con reclamos y abucheos en medio de la indignación colectiva por el desastre que provocó Ian, que cruzó la isla con intensas lluvias y vientos que alcanzaron los 200 kilómetros por hora.

Al grito de “¡camine, camine!”, varios ciudadanos unidos en la protesta expulsaron al convoy en el que se trasladaba Díaz-Canel, sin permitir que se bajara de su vehículo para intentar unas declaraciones.

El huracán Ian fue una tragedia que vino a poner de relieve problemas que Cuba arrastra desde hace meses o años, como el déficit de generación energética, la falta de mantenimiento de infraestructuras públicas básicas o el desabastecimiento de alimentos y medicinas. El país sufre desde hace dos años una grave crisis económica por la combinación de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos y los errores en la política interna.

El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) colapsó el martes dejando a la isla totalmente apagada debido a los daños causados por Ian, que provocó la muerte de tres personas y serios destrozos en el occidente del país.

Los daños materiales del huracán aún no han sido cuantificados, pero en algunas localidades se vieron afectadas hasta el 80% de las viviendas, según medios oficiales. En Pinar del Río, el 58% de los colegios sufrieron desperfectos. En varios municipios costeros aún no se ha retirado el agua de las penetraciones de mar que ocasionó el huracán. Sólo en la provincia de Mayabeque 3.000 personas continúan evacuadas.

Asimismo, el huracán destruyó total o parcialmente centros de clasificación de tabaco, almacenes y oficinas de la empresa Tabacuba, que compra a los productores privados el 95% de sus cosechas. En pocas horas, Ian arruinó décadas de trabajo. En la propiedad de Carpio sacó de raíz árboles de guayaba, mamey y aguacate, quebró algunos de maderas preciosas y destrozó una plantación de plátano en crecimiento.

El Ministerio de Agricultura, por su parte, ofreció un primer balance de daños en el campo por el paso de Ian, con al menos 8.500 hectáreas dañadas, principalmente de plátano, café y yuca, aunque no incluye Pinar del Río, eminentemente agrícola y la más azotada. Además, se afectaron cientos de toneladas de fruta y verdura ya acopiada, e infraestructuras agrícolas y ganaderas sufrieron daños parciales.

En La Habana el paso del huracán provocó cinco derrumbes totales y 68 parciales de edificios de viviendas, según informaron las autoridades.