De La Zarzuela a La Moncloa. El presidente del Gobierno y la vicepresidenta asistieron junto al Rey Felipe VI a la jura de Rafael Catalá como nuevo ministro de Justicia. Acabó así, formalmente, la situación de Soraya Sáenz de Santamaría como ministra de Justicia y la crisis abierta con la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón.

De una crisis rápidamente a otra. Mariano Rajoy informó personalmente de los acuerdos del Consejo de Ministros extraordinario que se celebró este lunes en La Moncloa. En una declaración, en la que después aceptó preguntas en breve conferencia de prensa, anunció que el Gobierno ha formalizado los recursos de inconstitucionalidad contra la ley de consultas y el decreto de convocatoria del referéndum del 9-N.

Explicó  que estaba "obligado" a recurrir las decisiones de la Generalitat para defender la Constitución porque "la consulta, ni por su objeto ni por el procedimiento seguido es compatible" con la misma. "Siempre dijimos que la consulta no se haría porque atenta contra la Constitución y hoy cumplimos con nuestra obligación porque atenta contra los derechos de todos los españoles. Es abiertamente contraria a nuestra Constitución porque la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto y porque una parte no puede tomar una decisión que afecta a todos", señaló Mariano Rajoy. Declaró que esta decisión ha sido avalada por el Consejo de Estado de forma unánime.

Al final de su declaración, el presidente del Gobierno puntualizó que todavía hay tiempo "de enderezar el rumbo, buscar un diálogo fructífero, siempre dentro del más escrupuloso respeto a la legalidad en una democracia seria y responsable como es la nuestra. Todo el diálogo dentro de la ley y ninguno fuera de la ley". "No hay nada ni nadie que pueda privar a los españoles del derecho a decidir lo que es su país", recalcó. "Lo primero es defender la Constitución, luego ya hablaremos de reformarla", dijo el presidente

La consulta, "va en contra de la ley, desborda la democracia, divide a los catalanes, los aleja de Europa y perjudica a su bienestar", señaló asegurando que el Gobierno siempre ha tenido la puerta abierta al diálogo. "La Generalitat lleva tiempo aplicando una política de hechos consumados. Mi postura ha sido abierta, clara y firme. He estado dispuesto a negociar, pero nunca ha existido una posibilidad real. Se han tomado decisiones desde la Generalitat pretendiendo que el Gobierno las aceptase". fue el balance del presidente.

Evitó el portazo pero no despejó enigmas. Es ahora cuando se abren, como reflejó Hechos de Hoy, dos semanas que ponen a prueba a Mariano Rajoy y Artur Mas en un choque inédito de la democracia.