En los Juegos Olímpicos Juveniles 2018 para la Federación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) sonó la "llamada de control" del COI. El Comité Olímpico Internacional prohibió que el presidente interino de la Federación Internacional de Boxeo, Gafur Rakhimov, asistiera a los Juegos en Buenos Aires.

Todas las federaciones nacionales que son miembros de AIBA fueron informadas al respecto por medio de una carta personal dirigida al Director General del COI, Christoph de Kepper.

Durante seis meses, el COI trató de demostrar a todo el mundo que no hay lugar para los criminales en los deportes de aficionados. Eso es lo que considera que es Gafur Rakhimov, cuyo nombre está en la lista de sancionados de Estados Unidos. El Departamento de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos considera a Rakhimov como uno de los principales criminales de Uzbekistán. El Tesoro de los Estados Unidos impuso una prohibición a la capacidad de Rakhimov para realizar transacciones financieras en dólares estadounidenses. Curiosamente, esta información no es nueva: los estadounidenses expresaron su posición hace cinco años. En el boxeo amateur hubo un estancamiento.

El taiwanés Ching Kuo Wu fue acusado durante muchos años de fraude financiero. Además, a juzgar por las noticias entrantes, incluso un año después, los auditores no pudieron comprender completamente todos los esquemas de lavado de dinero que pasaron por las cuentas de AIBA.

Pero al mismo tiempo, el COI no aceptó el reemplazo del presidente de la Federación. Si el año pasado fue solo sobre la posibilidad de un "bloqueo" temporal de AIBA "hasta que se aclaren las circunstancias", la elección del presidente interino de la Federación, Rakhimov, fue el motivo de la aparición de nuevas amenazas.

El COI ya ha congelado todos los contactos con AIBA, excepto por cuestiones operativas. Y dijo que el boxeo podría ser excluido del programa de los Juegos Olímpicos. Además, a principios de otoño, la Directora de Ética y Cumplimiento del COI, Pacerette Girard Zapelli, envió una carta al Presidente interino de AIBA G. Rakhimov. Escribió que los candidatos "en aras del boxeo" solo pueden ser nominados por candidatos "absolutamente limpios".

El COI destacó que "la existencia del boxeo en el programa olímpico e incluso el reconocimiento de AIBA están bajo amenaza" si "las preguntas planteadas no se resuelven correctamente en el próximo congreso de AIBA". Sin embargo, el COI admitió que solo AIBA puede tocar el castigo, mientras que se dejara el boxeo en el programa de los Juegos Olímpicos.

Se puede decir mucho sobre el hecho de que el COI interfiere en los asuntos de una Federación legalmente independiente, donde la decisión se toma por consenso de las federaciones nacionales de boxeo amateur. Y que el Comité Olímpico Internacional simplemente está tratando de "presionar" a su candidato. Pero no lo es. El COI no aboga "a favor" de alguien, aboga "en contra" del candidato presidencial único y no asignado. Y el COI se puede entender.

En los últimos años, alrededor del boxexo casi mensualmente se inflaman pasiones. Partidos "contractuales", escándalos de dopaje, soborno de jueces. Si resulta que el deporte olímpico estará encabezado por un criminal estadounidense oficialmente reconocido.

Desde 2012, las agencias policiales estadounidenses han llamado a Rakhimov una figura clave en la organización "El Círculo Fraternal", "compuesto por inmigrantes de la antigua URSS". Y "uno de los líderes del crimen organizado uzbeko que se especializa en la producción de drogas en los países de Asia Central". Además, supuestamente "Rakhimov gobernó grandes sindicatos internacionales de narcotráfico, incluidos los involucrados en el contrabando de heroína".

En Uzbekistán (y él representa a la Federación Nacional de Uzbekistán en AIBA), Rakhimov también tuvo muchas críticas: en 2013, Tashkent lo incluyó en la  lista de buscados internacionales por cargos de extorsión, uso de documentos falsos y lavado de dinero. En verano de este año, en el apogeo del escándalo de AIBA, se suspendió el caso penal contra Gafur Rakhimov en su tierra natal. Los expertos locales creen que las nuevas autoridades de la República de Uzbekistán están interesadas presuntamente en las inversiones de los criminales de Rakhimov y los oligarcas que lo apoyan.

Al mismo tiempo, según las mismas estimaciones, el nombramiento de la autoridad uzbeka no solo causará graves daños a la Federación Internacional de Boxeo Amateur, sino que también afectará a la imagen de Uzbekistán, que la comunidad mundial asociará con el nombre de Gafur Rakhimov.

Ahora Rakhimov pide a sus partidarios "no responder a la especulación en los medios". “Estoy seguro de que las asociaciones incluidas en AIBA no se verán influenciadas por ningún rumor que circule en correos electrónicos o noticias en sitios deportivos. "Es importante que todos recordemos que tomamos nuestras decisiones basadas únicamente en el hecho de que nosotros, y solo nosotros, pensamos que será mejor para el futuro del boxeo en todo el mundo".

Al parecer, Gafur está tratando de sobornar abiertamente a las federaciones nacionales prometiendo invertir su propio dinero en el desarrollo del boxeo amateur. Pero el precio será demasiado alto.

Si el COI implementa amenazas, para el 2020 los boxeadores no podrán asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio. Solo porque la gran política y el gran dinero en AIBA fueron puestos por encima de sus intereses. De hecho, a principios de noviembre, en el próximo congreso de AIBA, no solo se decidirá el destino del presidente del presidente de la Federación, sino el destino de todo el boxeo.