A diferencia de los bares, restaurantes y gimnasios, los casinos locales de Salamanca no fueron tomados en consideración por el decreto que clausuró esos establecimientos hace tres semanas.

En cambio, los trabajadores de los casinos en Salamanca fueron recibidos por carteles en las paredes, puertas y ventanas de sus lugares de trabajo, en los que se les exigía que no volvieran a abrir. Estos carteles, como reconocieron en su cuenta oficial de Twitter, fueron colocados por la Asamblea contra las casas de apuestas de Salamanca.

Ante los actos de protesta de este y otros grupos que están en contra de la ludopatía, la Junta decidió contemplar a los casinos de Salamanca dentro de las medidas de contingencia, concluyendo que también deberían cerrar por el momento.

Por su parte, los trabajadores de la industria de los casinos en Castilla y León solicitaron la apertura de sus casinos locales, siguiendo las medidas sanitarias, por supuesto, al igual que mantener los ERTE mientras permanezcan las restricciones de movilidad, horarias y de aforo.

La reapertura de estos casinos evitaría despidos masivos. También solicitaron aumentar la persecución al juego ilegal y restringir la publicidad de los casinos en vivo por internet, al igual que las apuestas del estado.

Este colectivo denunció también el acto de la Asamblea contra las casas de apuestas de Salamanca, llamándolo “presión mediática populista, sobre todo en las redes sociales, fomentada por sectores que no han entendido que, detrás de las empresas, existen numerosas familias que viven de este sector, que somos clase trabajadora”.

La Asamblea contra las casas de apuestas de Salamanca, por otra parte, compartió varias imágenes de los carteles con los que empapelaron las paredes, puertas y ventanas de los casinos, con un manifiesto en el que declararon al juego de apuestas como una “nueva adicción a costa de la salud de todos”.