El Ayuntamiento de Madrid volvió a restringir la velocidad en la M-30 y en los accesos a la capital, de 90 a 70 kilómetros por hora, tras detectarse de nuevo altos niveles de contaminación. De esta manera, activó el Escenario 1 del protocolo contra la polución una vez se registraron dos picos en las estaciones de Cuatro Caminos y Barrio del Pilar, en las que se excedieron los 250 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico en torno a las 21.00 horas.
La medida entró en vigor a las 6.00 horas del martes 1 de diciembre, a la misma hora que en los casos anteriores. Las sanciones no se aplicarán hasta la publicación del decreto que firmará la Delegada de Medio Ambiente y Movilidad Inés Sabanés. Como ya hiciera en el único precedente que existe, el Consistorio avisó de la prohibición a última hora, pasadas las 22.30 horas.
De hecho, al filo de la medianoche aún no figuraba la medida en los paneles informativos de la M-30. El repunte, según explicaron fuentes municipales, activó automáticamente el nivel de aviso, sin necesidad de que hubiera dos días de Preaviso. En el caso de que este episodio de contaminación se incrementase o se mantuviera, se llevarían a cabo medidas graduales más restrictivas.
Como ya ocurrió el pasado 13 de noviembre, cuando ya se superaron los límites, se pasaría al Escenario 2, que contampla la prohibición de aparcar en el área de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) para no residentes, tanto en la zona azul como en la verde.
Por aquel entonces la circulación apenas se redujo y la actuación del Ayuntamiento generó enormes confusiones en torno al cobro de las multas por aparcamiento, que, a 90 euros cada una, rozaron los 250.000 euros en el día que estuvo vigente la medida.
En el hipotético escenario de que todavía persistieran estos registros de contaminación, se activaría el Escenario 3, que prevé la restricción la circulación de vehículos en el interior de la almendra central en un 50%, con la excepción del transporte público, el escolar, comercial y de coches de “cero emisiones”.
Es la segunda vez en este mes de noviembre que los altos índices de dióxido de nitrógeno obligan a activar el protocolo aprobado el pasado mes de marzo, durante el Gobierno liderado por la popular Ana Botella. El protocolo contempla un total de cuatro fases que se corresponden con el número de días consecutivos con niveles de alerta, por las que se aplican gradualmente medidas que se van agudizando si el episodio contaminante persiste.
La activación de la segunda fase del protocolo de medidas por alta circulación el pasado 13 de noviembre solo logró reducir la densidad circulatoria en 1,2 puntos por debajo de lo habitual durante la hora punta, según datos aportados por el ayuntamiento. En cambio, la ocupación de las zonas de aparcamiento reguladas se redujo al 20%.
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