"Si se puede, si se puede", coreó el estadio Manolo Santana al unísono en varias ocasiones. Y Carlos Alcaraz, a sus 19 años y dos días pudo. Y con alegría en un partido memorable nada menos que contra el número 1 del ránking de la ATP, Novak Djokovic, al que se le iba avinagrando la expresión en los últimos juegos. No logró rematar y acabó perdiendo en el tie break del tercer set. Casi 12.000 gargantas corearon su nombre (algunos pocos serbios había en la Caja Mágica con cara de incredulidad).

Un partido con momentos de vértigo han convertido a Carlos Alcaraz en el jugador más joven en los últimos 17 años en vencer a un nº 1 del mundo. Y no solo eso, un día antes acabó con Rafael Nadal. En sus primeras palabras a Alex Corretja tras el partido, Carlitos (el diminutivo no es despectivo, él ha pedido que se le llame así) se acordó del consejo de su abuelo: "cabeza, corazón y cojones".

Alcaraz venció (6-7(5), 7-5, 7-6(5) a Novak Djokovic, para alcanzar la final en el Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1.000 de la temporada, donde se medirá con el griego Stefanos Tsitsipas o el alemán Alexander Zverev.

Nueva gesta en su corta pero prometedora carrera, en su primer enfrentamiento contra Djokovic. Tras más de tres horas y media, Carlitos superó el test de un Nole que no está lejos de su mejor versión, pero que no pudo frenar la irrupción sin fin del fenómeno Alcaraz. Nadie había ganado a los dos monstruos del tenis mundial en el mismo torneo sobre tierra, pero para Alcaraz de momento no hay límite.

El reciente campeón en Barcelona tiene ahora la mirilla puesta en su quinto título y el cuarto en 2022. Alcaraz, con un 27-3 esta temporada, superó a un Djokovic que, después de la deportación de Australia, da pasos adelante para llegar fuerte a Roland Garros.

Alcaraz saltó con todo, no solo con un break sino con un juego espectacular. En el duelo de restadores, el serbio logró subir el nivel como pedía la semifinal en la Manolo Santana, pero los puntos siguieron cayendo del lado del ídolo local. Nole se encontró con problemas pero ya venía de remontadas en Belgrado.

Supo remar en la cuerda floja

Poco a poco igualó la batalla el número uno y, a la carga en el resto, recuperó el break. A Alcaraz le tocó remar en la cuerda floja y salvó una bola de set en el décimo juego, forzando el tie-break'con una de sus dejadas. El tremendo griterío no impidió las celebraciones de Djokovic en la muerte súbita.

El tres veces campeón en Madrid celebró como merecía un gran primer set y a Alcaraz le tocó sufrir en el segundo. Cuanto más complicado se ponía, más al ataque del partido iba, salvando tres bolas de break. Con el "sí se puede" en la grada y la semifinal ganando en espectáculo, el tenista español se quedó la segunda manga: otra dejada, otro puntazo y el delirio.

Con el partido abierto y una lucha igualada, Alcaraz demostró una vez más estar hecho de piedra, para aguantar de pie y al mando sobre un campeón de 20 "grandes". El pupilo de Juan Carlos Ferrero se fue a por el partido y fue Nole quien pasó al modo supervivencia salvando cinco bolas de break. La patata caliente pasó al español, con la ola en la grada y ocasiones para ambos de matar.

Al resto le cayó al murciano la primera bola de partido, pero un ace que se sacó el serbio para levantarla rápido. Coqueteó con el peligro el número uno pero forzó una nueva muerte súbita, donde venció un imparable Alcaraz. El murciano, campeón en Miami, espera rival en busca de su segundo Masters 1.000, después de batir rumbo a la final a dos jugadores con 37 y 36 títulos de esta categoría.