El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, atribuyó en su declaración como imputado en el caso Neymar ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el sobrecoste en la operación del fichaje del jugador brasileño al fallecido Tito Vilanova, entonces entrenador del primer equipo blaugrana, por querer tenerlo en sus filas un año antes de lo previsto y acceder a sus pretensiones.
La declaración del presidente, publicada en vídeo y audio por la Cadena SER, atribuye el sobrecoste de la operación a adelantarla un año, y Bartomeu señaló a Vilanova como responsable de ello. "Tuvimos una reunión con nuestro entrenador, Tito Vilanova, que nos pidió si podíamos adelantar el fichaje de Neymar un año, que hacía falta al equipo, y adelantarlo a 2013 y no en verano de 2014", esgrimió.
"La intención de la familia Neymar era acabar el Mundial en 2014 e irse de su país, pero la petición de nuestro entrenador era esa e intentamos atenderla. Rosell habló con el padre y en junio llegaron al acuerdo para traerlo a Barcelona un año antes de lo previsto", añadió Bartomeu en su declaración.
Por tercera vez aludió al fallecido Vilanova para explicar el por qué de adelantar el fichaje y el por qué de pagar más dinero por Neymar. "Fue una petición del entrenador, de Tito Vilanova. Entonces estaba enfermo, fuimos con Rosell a Nueva York a ver cómo estaba, y nos dijo: ´Si podéis, intentar traer a Neymar un año antes, si es posible´", argumentó.
"Tito nos explicó que quería reforzar la delantera y la defensa, nos pidió un central y a Neymar. Los entrenadores, lo que cuestan los jugadores, no… Nos explica que técnicamente solo tenemos un jugador desequilibrante, que no quería a Villa y sí a Neymar. Se produjo en febrero de 2013 en Nueva York. Estaba haciendo quimioterapia en Nueva York y nos dijo que quería hacer este cambio", apostilló al respecto.
También comentó Bartomeu que él no tuvo nada que ver en las negociaciones y que se enteró de las condiciones del fichaje de Neymar en la firma del contrato. "Como era un jugador brasileño, fue Rosell que era quien tenía más contactos y conocía el entorno del jugador, fue él quien lideró las negociaciones con el padre de Neymar. Yo no entré en ninguna negociación", recalcó.
Bartomeu reiteró varias veces que los miembros de la Junta Directiva, desde el presidente hasta los vocales, no tienen responsabilidad alguna en los contratos supuestamente fraudulentos de Neymar que acompañaron su fichaje. "Somos cargos institucionales y no ejecutivos, no tenemos ni ordenadores ni códigos de acceso al sistema del club. Los ejecutivos deciden cómo contabilizan, tener el auditor, los órganos directivos no. No damos instrucciones de si se contabiliza o no, depende del directo general y su equipo ejecutivo", argumentó.
Lo mismo sucedió en cuanto al supuesto fraude fiscal del global de la operación. "Contrato a Cuatrecasas, que emite el informe. Todo lo hizo Cuatrecasas, yo no soy experto en este aspecto. No sé por qué se ha hecho así", señaló Bartomeu, quien aludió al bufete de abogados para eludir las preguntas en el interrogatorio.
Por otro lado, defendió también el fichaje del brasileño como una operación de mercadotecnia. "Jugadores como Neymar no hemos fichado, su entidad ninguno otro la tenía. Vino a nuestro club con un montón de patrocinadores, no es solo un jugador sino una estrella mundial y tenía varios acuerdos. En España hubo otro fichaje parecido, el de Beckham, y Neymar es parecido. Trae un entorno que va más allá del fútbol", esgrimió, comparándolo con la llegada del inglés al Real Madrid.
Tras esta declaración, junto a la del expresidente Sandro Rosell y miembros del FC Barcelona como entidad jurídica, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó penas de dos años y tres meses de cárcel para Bartomeu y de siete años y medio para su antecesor Rosell por un fraude fiscal de más de 13 millones de euros que presuntamente habrían cometido en el fichaje de Neymar.
Además, reclamó para los dos mandatarios y para el club como persona jurídica multas e indemnizaciones por responsabilidad civil que superan los 62,6 millones de euros. Al FC Barcelona como persona jurídica le imputa los tres delitos contra la Hacienda Pública atribuidos a sus dirigentes y reclama que pague multas por valor de 22,2 millones de euros, a razón de 4,8 por lo que dejó de tributar en 2011; 13,5 por los impagos correspondientes a 2013; y 3,8 por los relativos al ejercicio fiscal de 2014.