La cúpula militar no se sumó al golde Estado de mandos intermedios. Turquía vivió siete horas de fuerte incertidumbre. 90 muertos en los choques de policías y soldados.

Barack Obama urgió desde el primer momento apoyar al gobierno democrático (ver en Hechos de Hoy, Levantamiento militar en Turquía con apagón de Facebook, Twitter y YouTube). Alemania se sumó al llamamiento de Estados Unidos. Rápida reacción de Barack Obama y Angela Merkel a respetar la legalidad democrática y rechazar el golpismo en país clave de la OTAN en momento crítico de la guerra civil en Siria.

Recep Tayyip Erdogan logró aterrizar en el aeropuerto internacional de Atatürk, en Estambul, procedente de Bodrum, donde se encontraba de vacaciones. Su llamamiento a parar a los golpistas movilizó a miles de personas en Estambul y Ankara.

La Unión Europea y la OTAN vivieron con alarma en la noche del viernes y madrugada del sábado el clima de caos en Turquía tras la matanza terrorista en Niza. Un sector del Ejército proclamó la ley marcial e intentó bombardear el hotel donde se encontraba Erdogan y evitar su regreso a Estambul. El presidente sobrevivió.

Siete horas después de comenzar el gole se dirigió al país por la televisión anunciando que "los involucrados pagarán un alto precio". En su mensaje confirmó que habían tratado de derribar su avión con cazas F-16 y que bombardearon su hotel justo cuando ya había salido.  Llamó a los golpistas a rendirse. "Sois nuestros hijos. Es inaceptable que dirijáis vuestras armas contra padres, madres e hijos. Si apuntáis las armas al pueblo que os las dio, pagaréis las consecuencias".

Pidió en tono enérgico que "todos aquellos que estén conduciendo tanques en la calle que regresen a sus cuarteles". "Ya han comenzado las detenciones y llegaremos hasta lo más alto". Se dirigió al país junto a una imagen de Atatürk.

El golpe de Estado comenzó en Estambul en la noche del viernes con tropas desplegadas en el puente que cruzan el estrecho del Bósforo. En Ankara los tanques ocuparon poiciones estratégicas. Cazas F-16 participaron en la revuelta.

El golpe estuvo a punto de triunfar con el asalto a la sede de Estado Mayor y la detención del jefe del Estado Mayor, el general Hulusi Akar. En Estambul una unidad militar tomó el control de la radiotelevisión pública TRT. Hicieron leer un comunicado señalando que el levantamiento se producía ante las “amenazas” a las que se enfrenta Turquía y que el Gobierno es “incapaz” de atajar.

Denunciaron también la deriva “autocrática” de Erdogan al que acusaron de "traidor". En este mensaje proclamaron el toque de queda y la constitución del Consejo de Paz en Casa.

Erdogan logró comunicarse a través de la aplicación de telefonía móvil FaceTime. Su llamamiento y la confirmación de que no había abandonado el país logró la movilización popular. Fue la clave para el fracaso del golpe. Su mensaje fue difundido por la cadena CNN-Türk. "Salid a la calle, tomad las plazas, id al aeropuerto. ¿Qué van a hacer? ¿Van a disparar al pueblo? Esto es un ataque contra la democracia". Logró rápida respuesta en Estambul. se ha cerrado un capítulo inquietante. Permanecen graves incertidumbres.