Nuevas investigaciones revelan que así como la apnea del sueño es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, también podría serlo para el desarrollo de un cáncer de cualquier tipo. Así de tajante se muestra un nuevo estudio liderado por el Grupo Español de Sueño (GES) de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica).
El centro llevó a cabo diferentes estudios que llegaron a relacionar la apnea del sueño y el cáncer a través de diferentes investigaciones en revistas internacionales de elevado prestigio científico. “A través de los resultados obtenidos en nuestros estudios se observa que padecer una apnea del sueño grave podría estar relacionado con una mayor probabilidad de tener un cáncer de cualquier tipo o de que si ya se padece uno se extienda con mayor rapidez”, comentó el experto.
“Primeramente, se hizo en Barcelona un estudio con ratones. Se les inyectaban células de melanoma (que crecen muy deprisa), y se les dejaban respirar tranquilamente, a unos, y se les tapa la respiración, a otros. En los ratones a los que se les provocaba una apnea del sueño, las células de melanoma crecían más rápido”, afirmó uno de los expertos.
Los efectos de la falta de oxígeno y la hipoxia intermitente podrían estar relacionados con la formación y una más rápida progresión de tumores. El estudio más reciente concluyó que de los 4.910 pacientes incluidos, 261 (5,3%) desarrollaron un cáncer durante el seguimiento.
Asimismo, los resultados demostraron que el marcador de gravedad de apnea del sueño más relacionado con el cáncer es la hipoxia nocturna (la presencia de niveles bajos de oxígeno en la sangre asociados a las pausas respiratorias). “A día de hoy, las investigaciones sugieren que la hipoxia intermitente asociada a los episodios de apnea podría ser el enlace entre apnea del sueño y cáncer”, comentaron.
“Aunque es importante tener en cuenta que los estudios realizados hasta el momento solo han encontrado una asociación estadística que requiere ser confirmada con estudios futuros” explicaron y añadieron que en este campo es clave para poder confirmar la posible asociación de esta patología con el cáncer.
“En el plazo de 2-3 años dispondremos de resultados sólidos y precisos, al aplicar este estudio en personas, para poder determinar si los hallazgos encontrados hasta el momento se pueden confirmar o no. De confirmarse esta asociación, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado de la apnea del sueño se podría prevenir el desarrollo de un cáncer, mejorando así la calidad y el pronóstico de vida de nuestros pacientes”, concluyeron.