¿Es usted adicto a la comida? Según un nuevo estudio realizado esta pregunta sería incorrecta. Un consorcio de investigadores en el que participaron varios países, entre ellos España, concluyó que la adicción a comer, en lugar de adicción a la comida, detalla con mayor precisión la conducta alimentaria de tipo adictivo.
Según los expertos, de momentos no se puede asegurar que exista una evidencia sobre las propiedades adictivas de ciertos alimentos. Asimismo, el estudio no señala como culpable directo a la industria de alimentación, pero le atribuye un papel clave en las políticas de prevención de la obesidad.
Todo ello queda reflejado en el nuevo documento de consenso que emitió NeuroFAST y que publicó la revista Neuroscience & Biobehavioral Reviews, según recoge Sinc. El estudio recoge argumentos sobre la supuesta adicción que provocan alimentos, componentes o sustancias alimenticias concretas.
Los expertos concluyen en que a día de hoy, no existe evidencia científica que apoye la hipótesis de que los alimentos involucran mecanismos cerebrales comparables a las drogas de abuso, a pesar de las opiniones de expertos de primer nivel, como el director general de Salud del Reino Unido que manifestó que “la investigación demostrará que el azúcar es adictivo”.
“La gente trata de encontrar explicaciones racionales para el sobrepeso y es fácil culpar a los alimentos. Es cierto que algunos alimentos son más atractivos que otros, debido en parte a su capacidad para estimular vías de recompensa en el cerebro, también activadas por algunos comportamientos naturales, como el sexo, y algunas drogas de abuso”, sostienen.
Por el contrario, la misma evidencia de los expertos no apoya la idea de que los distintos componentes de los alimentos ejerzan los mismos efectos que las drogas adictivas en nuestros cerebros. Con la posible excepción de la cafeína, no hay pruebas significativas en humanos de que cualquier alimento, o sus componentes, puedan causar cambios en el cerebro que se asemejen a los observados por consumo de alcohol o nicotina.
“Es evidente que algunas personas tienen una relación de dependencia con los alimentos, en el sentido de comer en exceso a pesar de ser conscientes de las graves consecuencias para su salud. Pero sigue siendo una fuente de controversia sustancial el considerar que la comida desarrolle una conducta adictiva similar a las drogas de abuso”, explicó.
Sin embargo, los expertos aseguran que “la buena noticia” para la industria de la alimentación es que no existe alguna evidencia de que dichos alimentos o nutrientes particulares provocan directamente una adicción basada en una determinada sustancia. Por el contrario, la mala noticia reside en que si se asume que la adicción a comer es frecuente, indica que depende de un entorno que fomenta su desarrollo.
Los expertos aseguran que, gracias a la adicción al juego, “sabemos que tanto un tratamiento individualizado y una prevención estructural -como la reducción del número de salas de juego, la restricción de la publicidad de la promoción de los juegos de azar y el cumplimiento de las restricciones de edad- son eficaces en un gran número de pacientes”.