Muy serio aviso de los expertos (ver en Hechos de Hoy, Twitter, Facebook y Youtube, el impacto del terremoto en Italia). Se abre la necesidad en Italia de una respuesta tecnológica y científica. El debate de la seguridad sísmica queda abierto. La maldición de Amatrice volverá.
Los últimos grandes terremotos en Japón y Chile tuvieron más intensidad que el de Italia. Sin embargo los edificios resistieron con mayor fortaleza. Es el avance que se ha dado en la ingeniería como repuesta a los sísmos.
La situación en Italia abre sin embargo la gran cuestión de qué hacer con las poblaciones antiguas. Los expertos han insistido en que es una situación grave que exige respuestas políticas. No se puede dar la espalda. Cerca de 23 millones de personas en Italia viven en zonas altamente sísmicas. Pero el 60% de los edificios no están construidos con los parámetros de enfrentarse y superar crisis sísmicas.
El terremoto de Amatrice vuelve a advertir de fallas muy activas y superficiales en el centro de Italia. En el momento en que se produce un sísmo de más de 6 grados, su efecto es devastador sobre estructuras antiguas y mal conservadas. Son paredes de piedra que se derrumban con facilidad. Existen además subterráneos que fueron almacenes de grano en la antigua Roma. Al derrumbarse producen el efecto arrastre, como un castillo de naipes.
En este fuerte sísmo en la zona montañosa del centro de Italia, la población más afectada es Amatrice, de 2.600 habitantes. Se ha vivido el mismo horror que en L'Alquila en 2009 cuando murieron más de 300 personas.
Los expertos han recordado que todos los Apeninos, desde el norte de Italia, en la región de contacto con los Alpes, hasta la sureña Calabria, ocultan una de las zonas sísmicas más activas de Europa. Los pueblos de Amatrice y Accumoli, dos de los más afectados por este nuevo sísmo, resultaron destruidos por otro temblor en 1639. El mayor terremoto vivido en Italia se produjo en Messina en 1908. Alcanzó una magnitud de 7,2 y causó 120.000 muertos.