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Las Navidades son el periodo del año en el que más usuarios suelen solicitar mini préstamos rápidos. Se trata de la época donde se concentran mayor cantidad de compras y gastos, los regalos, las fiestas y las comidas familiares y de empresa hacen que los bolsillos se resientan. Muchas personas optan por este tipo de financiación a corto plazo para poder hacer frente a todo este elevado consumo.
Sin embargo, el uso de estos productos crediticios conlleva una serie de riesgos y peligros que pueden llegar a acarrear problemas para los usuarios. Es lo que advierte la Asociación de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas, Productos Financieros y de Seguros (ADICAE) en un informe reciente en que pone de manifiesto algunas prácticas consideradas abusivas.
La asociación avisa de los elevados intereses que se cobran por los minicréditos que, en ocasiones, pueden llegar a superar el 4.000% TAE y que muchas veces no se advierte de ello, solamente se indica la cantidad a devolver y el interés nominal diario o mensual, lo que hace parecer que son más baratos de lo que en realidad son.
Adicae también informa de la falta de información sobre las consecuencias de no poder devolver el dinero, de todas las condiciones que incluye el préstamo, de las formas de reclamar en caso de disconformidad ni del derecho de desistimiento.
Los créditos rápidos se han convertido en una forma de obtener dinero urgente cada vez más utilizada. Su rapidez, que en muchas ocasiones permite obtener la cantidad solicitada en menos de 24 horas, y sus escasos requisitos, los hacen muy accesibles y fáciles de solicitar. La asociación de consumidores también advierte sobre el punto de que no se comprueba correctamente la capacidad del cliente para devolver el dinero, haciendo que muchos no tenga la solvencia suficiente para hacerle frente y entren en una espiral de sobre endeudamiento.
Consejos antes de recurrir a los créditos rápidos
Desde la página web especializada
dineroycreditos.com ofrecen una serie de recomendaciones para evitar el uso de estos productos y para, en el caso de no tener otra opción, minimizar el impacto negativo que puedan tener:
- Agotar las alternativas para obtener dinero. Existen muchas otras formas de disponer de una pequeña cantidad sin tener que recurrir a los mini préstamos. Se puede optar por pedir dinero a familiares o amigos, solicitar un adelanto de la nómina en la empresa, pedir un préstamo personal en un banco, que siempre ofrecerá un menor interés. Otras alternativas pueden ser los préstamos entre particulares o incluso las tarjetas de crédito, que también tienen un coste menor.
- Asegurarse de que se podrá devolver el dinero a tiempo. Si no hay alternativa posible y es necesario recurrir a un minicrédito, únicamente debe hacerse si se está totalmente seguro de que el día que termine el plazo se dispondrá del dinero necesario para devolverlo. Si se tienen dudas no hay que solicitarlos.
- Comparar entre entidades. Existen multitud de prestamistas que ofrecen este tipo de productos, pero no todas ofrecen las mismas garantías y condiciones. Es conveniente informarse y comparar para no llevarse sorpresas y asegurarse de que la entidad es de confianza y cumple con la normativa.
- No pedir más de lo que se necesita. Una vez revisados los pasos anteriores, si se decide contratar un préstamo rápido, este debe ser únicamente por la cantidad que se necesite, nunca solicitar más dinero del que se requiera, ya que los elevados costes asociados harán que se encarezca innecesariamente.
Las consecuencias de no poder devolver el dinero de un minicrédito a tiempo pueden ser bastante graves, incurriendo en altos intereses de demora que pueden hacernos entrar en una espiral de deuda cada vez mayor. También podemos terminar inscritos en un registro de morosos como Asnef, haciendo que no podamos solicitar dinero en otras entidades e incluso no poder contratar ciertos servicios como seguros o telefonía.