Pintora, fotógrafa, poeta y lo que se le pusiera por delante. Era una artista con todas las letras. Madrileña y con 64 años, nos deja una de las grandes de la época de La Movida Madrileña.
Esa a la que tanto le debemos los españoles en el cambio radical de sociedad que vivimos después de la muerte del dictador. Autodidacta, ganó el Premio Nacional de Fotografía en el año 2005. Bautizada Bárbara Allende Gil de Biezma, tomó su nombre de una estrella llamada Ouka Leele en el cuadro de otro de los pintores de La Movida: su esposo, El Hortelano (José Alfonso Morera).
Les recomiendo la película La mirada de Ouka Leele de Rafael Gordon, que fue nominada al mejor documental en el 2010, para descubrir su interesantísima vida y obra.
Su primera cámara, al hacer la comunión, la puso sobre la senda. Fotografías que, posteriormente, ya en los años 80, empezaría a pintar con acuarela. Ahí comienza a relacionarse con los grandes del panorama cultural.
De hecho, diseña los sombreros para la película Laberinto de Pasiones de Pedro Almodóvar. Su arte y fotografía tiene un estilo pop, añadiendo puntos oníricos a una realidad que se empeña en inventar lejos del cotidianismo.
La idea de trabajar en blanco y negro para colorear después, le dota a su obra de una identidad que era favorecida por las corrientes contraculturales de la época.
Es en esa época en la que yo iba pasando de niño a joven y que me marcaron mi personalidad actual. Gracias a todos esos artistas que hicieron una España nueva, joven y original. DEP a alguien que supo hacerse crecer a sí misma.