Un hombre abrió fuego y mató a su hija y seis nietos, antes de suicidarse, en una vivienda en el pueblo de Bell, de sólo 350 habitantes, en Florida. Las víctimas son Alana Stewart, de tres meses; Brandon Stewart, 4 años; Destiny Stewart, 5; Johnathon Kuhlmann, 8; Kylie Kuhlmann, 9; Kaleb Kuhlmann, 11; y la madre de los niños e hija del asesino, Sarah Lorraine Spirit, de 28 años.
El sospechoso, identificado como Don Charles Spirit, de 51 años, llamó al teléfono de emergencia para avisar de un tiroteo. Tras recibir la llamada, los agentes se presentaron en la casa, donde un de ellos dialogó con Spirit, quien momentos después se apuntó con el arma y se disparó. Los detalles del diálogo entre el abuelo y la policía no han sido revelados.
"Nunca había visto algo como esto. Este condado, esta comunidad va a quedar devastada. Es un pequeño condado, todos somos familia acá", dijo el sheriff de la zona ubicada en el norte de Florida, Robert Schulz. "Recen por esta comunidad y por las personas involucradas", pidió Schultz, quien afirmó que las autoridades seguían investigando, por lo que no podía otorgar otros detalles, como las armas usadas por Spirit.
Sólo se sabe que las víctimas se encontraban diseminadas por toda la propiedad y que Charles Spirit tenía antecedentes penales y era un "viejo conocido" de la policía. En 2001 mató a su hijo de 8 años de un disparo en la cabeza en lo que se consideró un accidente de caza. Salió de prisión en 2006 tras cumplir una pena por posesión ilegal de armas.