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Los grandes enigmas. (Foto: ABC News)

GRANDES ENIGMAS

CIA, Mosad y MI6 investigan las conexiones con el plan de Hamás de una masacre en Israel

MI6 (Military Intelligence, Section 6); Mosad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales) y CIA (Central Intelligence Agency) ante su mayor desafío al que no puede responder la inteligencia artificial. ¿Cual es el verdadero rostro o rostros que planificaron y ordenaron la masacre terrorista de Hamás?

Hechosdehoy / Arturo Vázquez Cano

Em paralelo a las acciones militares dentro de Israel contra las milicias de Hamás, y los ataques cruzados entre Líbano y Gaza contra Isarel y sus respuestas, un trabajo frenético coordinado entre los tres grandes servicios de inteligencia, contrainteligencia y información.

Contactos frenéticos y urgentes, segun Hechos de Hoy, entre los servicios secretos del Reino Unido, MI6 (Military Intelligence, Section 6); los servicios secretos de Israel en el exterior, Mosad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales) y la poderosa agencia de Estados Unidos, la CIA (Central Intelligence Agency) ante su mayor desafío al que no puede responder la inteligencia artificial. ¿Cual es el verdadero rostro o rostros que planificaron y ordenaron la masacre terrorista de Hamás?

¿Está la mano de Irán?

Ghazi Hamad, un portavoz de Hamás, le dijo a la BBC que se ha tenido grupo el respaldo directo de Irán para el ataque.

The Wall Street Journal, citando fuentes anónimas de Hamás, afirmó que Irán dio la luz verde hace una semana en una reunión en Beirut y que ayudó durante varias semanas en la planificación.

Raz Zimmt, experto en Irán de la Universidad de Tel Aviv, señaló que Hamás actuó según sus propios intereses.

“¿Utilizó Hamás ayuda iraní? Sin duda, sí. ¿Tenía Irán algún interés en esta acción? Sí. ¿Necesita Hamás permiso iraní para operar? No”, explicó.

El embajador de Israel ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, dijo que “es fácil entender que trataron de coordinarse”, refiriéndose a Irán y sus grupos militantes radicales aliados como Hamás. Todas estas sospechas se producen en el momento en que Estados Unidos está promoviendo un acuerdo entre Arabia Saudí e Israel.

Cuatro días antes del ataque de Hamás, el ayatolá Jamenei afirmó que “la posición de la República Islámica (Irán) es que los países que le apuestan a la normalización con Israel (como Arabia Saudí) perderán. Están apostando a caballo perdedor”.

Por su parte Hezbolá, otro de los grupos militantes radicales aliado de Irán, reaccionó al ataque diciendo que es “una respuesta decisiva a la ocupación continua de Israel y un mensaje para aquellos que buscan la normalización con Israel”.

Israel actualmente mantiene relaciones diplomáticas plenas solo con dos de sus vecinos árabes, Egipto y Jordania. Pero las negociaciones recientes habían allanado el camino hacia la normalización de la relación entre Israel y Arabia Saudí, algo que implicaría un vuelco diplomático significativo en la región.

El ataque de Hamás a Israel podría debilitar la posibilidad de que ese acuerdo se concrete.

El periódico saudí Asharq al-Awsat reportó, en ese sentido, que el momento en que se da la operación de Hamás es “sospechoso”. “Irán no quiere una paz real, ni una paz entre Arabia Saudí e Israel, porque cambiaría la faz de la región”, afirmó.

En palabras del exoficial de seguridad israelí Eyal Hulata, tanto Hamás como Irán se han caracterizado por su deseo de sabotear ese acuerdo.

Según expertos, el acuerdo saudí-israelí es desfavorable para Hamás porque contempla una enorme inyección de dinero saudí a su rival, la (más moderada) Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania y defiende la solución de dos estados.

Si se fortalece la Autoridad Palestina, necesariamente se debilita Hamás, aliada de Irán, y por lo tanto el “eje de la resistencia” antiisraelí.

Las circunstancias actuales, sin embargo, dificultan que Arabia Saudita siga adelante en el corto plazo con la propuesta de normalizar sus relaciones con Israel y la fuerzan a ratificar su defensa de los intereses de los palestinos, en sintonía con el resto del mundo árabe.

Esto se vio reflejado en un comunicado de Arabia Saudí en el que Riad calificó el ataque como “el resultado de la ocupación, así como de privar al pueblo palestino de sus derechos legítimos y de no detener las provocaciones sistemáticas contra sus lugares sagrados”. En la medida que crezca la contraofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, le resultará más difícil a Arabia Saudí aceptar algún acuerdo con Israel.

Por su parte. el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, planteó en varias apariciones en televisión que la región tiene dos caminos: la normalización de las relaciones o el terrorismo. “¿Quién se opone a eso (la normalización)? Hamás, Hezbolá, Irán. Creo que eso lo dice todo. Realmente hay dos caminos ante la región”.

El establecimiento de estos lazos entre Arabia Saudí e Israel sería un paso muy importante en la ruta emprendida por Estados Unidos y que llevó a la firma en 2020 de los Acuerdos de Abraham con los que Israel estableció relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.

La posibilidad de que Israel y Arabia Saudí, los dos principales rivales de Irán en Oriente Medio, establezcan relaciones diplomáticas y de cooperación es motivo natural de preocupación en Teherán.. Paradójicamente, un elemento central que ha propiciado el acercamiento entre Tel Aviv y Riad ha sido justamente el programa nuclear de Irán.

La actual política exterior de Irán nació en la Revolución Islámica de 1979, cuando fue derrocada la dinastía del sha Mohammad Reza Pahleví, aliada de Washington. Se impuso un régimen musulmán chií, con una postura abiertamente antiestadounidense y antisionista.

Según Aaron Pilkington, investigador en Asuntos de Oriente Medio de la Universidad de Denver, para las autoridades iraníes, Israel y Estados Unidos representan la inmoralidad, la injusticia y la mayor amenaza para la sociedad musulmana y la seguridad de Irán.

La hostilidad de Irán hacia Israel se deriva en parte de los estrechos vínculos de la CIA y el Mosad (el servicio de inteligencia israelí) con el SAVAK, el servicio de inteligencia del sha Pahleví (que funcionó hasta la revolución de 1979). Ese servicio persiguió, encarceló, torturó, desapareció y asesinó a sus opositores.

Desde entonces el apoyo a la liberación palestina ha sido un tema central de la Revolución iraní. Irán opera una sofisticada red de tráfico de armas hacia la Franja de Gaza, que por mucho tiempo ha permanecido aislada del mundo por un bloqueo de Israel.

“Las armas, los fondos y el entrenamiento iraníes permiten el aumento de la violencia militante palestina contra Israel cuando las frustraciones ebullen”, explica Pilkington. “Eso no quiere decir que Irán ordenara el ataque de Hamás contra Israel ni que Irán controle a los militantes palestinos. No son marionetas iraníes”-

Punto de inflexón

Sin duda se ha abierto un punto de inflexión en el conflicto palestino-israelí con repercusiones de largo alcance.

En el ataque múltiple, hasta 1.000 milicianos se infiltraron en territorio israelí, mataron a cientos de soldados y civiles y tomaron a docenas de rehenes de regreso a Gaza. No se parecía a nada que Israel hubiera visto desde la guerra árabe-israelí de 1948.

“Las cosas cambiarán para siempre”, afirmó Kobi Michael, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) de Tel Aviv. No hay nada en la historia de Israel que se compare con este ataque”, afirmó.

!Hamás ya no será el Hamás que conocimos hace años”, dijo a la CNNMichael, quien anteriormente ejerció como subdirector general y jefe de la oficina palestina en el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel.

Hamás declaró que el ataque era una represalia por lo que describió como ataques contra mujeres, la profanación de la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén y el actual asedio de Gaza.

Hamás , una organización islamista con un ala militar, nació por primera vez en 1987. Era una rama de los Hermanos Musulmanes, un grupo islamista suní fundado a finales de la década de 1920 en Egipto.

La palabra Hamás es en sí misma un acrónimo de Harakat Al-Muqawama Al-Islamiyya, que en árabe significa Movimiento de Resistencia Islámica. El grupo, como la mayoría de las facciones y partidos políticos palestinos, insiste en que Israel es una potencia ocupante y que está tratando de liberar los territorios palestinos. Considera a Israel un Estado ilegítimo.

A diferencia de otras facciones palestinas, Hamás se niega a dialogar con Israel. En 1993, se opuso a los Acuerdos de Oslo, un pacto de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el que la OLP abandonó la resistencia armada contra Israel a cambio de promesas de un Estado palestino independiente junto a Israel. Los Acuerdos también establecieron la Autoridad Palestina (AP) en la Cisjordania ocupada por Israel.

Hamás se presenta wn la actualidad como una alternativa a la Autoridad Palestina, que ha reconocido a Israel y ha participado en múltiples iniciativas de paz fallidas con él. La Autoridad Palestina, cuya credibilidad entre los palestinos se ha visto afectada a lo largo de los años, está dirigida por el presidente Mahmoud Abbas.

El Departamento de Estado de Estados Unidos señaló en 2021 que Hamás recibe financiación, armas y entrenamiento de Irán, así como algunos fondos recaudados en los países del Golfo Árabe. El grupo también recibe donaciones de algunos palestinos, otros expatriados y sus propias organizaciones benéficas.

En abril, el Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, habló por primera vez de que Irán proporcione a Hamás 100 millones de dólares al año.

Al emprender un ataque tan devastador, el objetivo principal del grupo habría sido alterar drásticamente el status quo, dicen los expertos:

— Israel mantiene un estricto asedio sobre Gaza.

— Israel continúa ocupando Cisjordania, y el objetivo de un Estado palestino independiente no está en ninguna agenda.

Un objetivo sería volver a colocar la cuestión palestina en la agenda regional e internacional, dijo Khaled Elgindy, investigador principal del Instituto de Oriente Medio y director de su Programa sobre Palestina y Asuntos Palestinos-Israelíes.

“La gente había dejado atrás (la cuestión palestina)”, dijo Elgindy a la CNN. “El nuevo juego en la ciudad es la normalización saudí-israelí y esta nueva integración regional”.

Salmán bin Abdulaziz, rey de Arabia Saudí, tiene 87 años. Una sucesión se acerca lentamente en el reino de los 15.000 príncipes. Históricamente siempre ha estado al lado de la cauda palestina.

Pero su sucesor, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman (MBS), de 38 años, tiene una mentalidad disruptiva.

Reconoció públicamente el mes pasado por primera vez que se estaban llevando a cabo negociaciones con Washington para posiblemente establecer vínculos con Israel, diciendo que la normalización se está “acercando” cada día. La normalización saudí-israelí podría ser un momento histórico para la legitimidad regional de Israel, ya que podría impulsar a otros países musulmanes a seguir su ejemplo. Arabia Saudí había prometido previamente no reconocer a Israel hasta que conceda la independencia a los palestinos.

Elgindy dijo que, hasta cierto punto, Hamás ha logrado su objetivo de devolver la atención a la causa palestina.

Los analistas apuntan además que el grupo también podría estar tratando de destruir cualquier concepción sobre sus capacidades militares.

Hamás había asestado “un golpe a Israel más allá de lo que está acostumbrado” y también estaba mostrando sus capacidades, dijo Omar Rahman, miembro del Consejo de Asuntos Globales de Oriente Medio que se centra en los asuntos palestinos. Sus tácticas de shock son una declaración de que “debe tomarse más en serio”, dijo Rahman.

El ejército israelí confirmó que Hamás había tomado “docenas” de rehenes y Hamás ha dicho que ha secuestrado a más de 100 personas . El número de rehenes tomados y el hecho de que muchos sean civiles muestra que Hamás busca mucho más que un intercambio de prisioneros, dijeron los expertos. En una situación de secuestro anterior, Israel intercambió más de 1.000 prisioneros por un rehén israelí.

El gran número de rehenes garantiza que “no se trata de un represalia militar de corta duración que se extinguirá y será olvidado”, dijo Rahman, “sino que tiene implicaciones políticas a más largo plazo”.

Como parte de su campaña contra Israel, Hamás produjo hábiles vídeos propagandísticos que documentaban su ataque a Israel paso a paso. En algunos vídeos, sus combatientes llevaban cámaras corporales para filmar las operaciones mientras atravesaban las fortificaciones israelíes y se les veía vestidos con uniformes estilo comando.


Eso es clave para la guerra propagandística del grupo, dicen los analistas, que sirve a una serie de objetivos.

Por un lado, es para “infundir miedo” entre el público israelí e implicar que sus líderes no pueden mantenerlos a salvo, dijo Elgindy. “Eso va a ser un shock porque los israelíes se enorgullecen enormemente de sus capacidades militares y de inteligencia”.

Por otra parte, también se destina al consumo interno palestino. Hamás lleva mucho tiempo atrapado en una guerra política con la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania y coordina la seguridad con Israel.

Esto tiene como objetivo mostrar a los palestinos que “aunque allá Abu Mazen (Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina)… está básicamente dormido al volante, nosotros somos la verdadera resistencia (y) en realidad estamos haciendo algo”, dijo Elgindy a la CNN sobre Hamás.

La ofensiva a gran escala de Hamás demuestra que el grupo sabe que la guerra que se avecina puede ser existencial, dicen los expertos.

Michael, del INSS, especula que Hamas puede haber estado tratando de provocar una guerra total con Israel, y es posible que sus aliados le hayan prometido respaldo regional en caso de que ocurriera.

Hamás… ha tenido una estrategia muy clara que se basa en la lógica organizativa de un conflicto de múltiples frentes”, dijo Michael a la CNN, añadiendo que Hamás ve a Gaza, Jerusalén, Cisjordania, los ciudadanos árabes de Israel que apoyan a Hamás y el sur del Líbano como posible apoyo a su campaña.

Un alto funcionario de Hamás, Saleh al-Arouri, dijo que el grupo militante estaba preparado para el “peor de los casos, incluida una invasión terrestre”. Avanzó tenebrosamente que la invasión terrestre sería “”o mejor para que decidamos el final de esta batalla”.

¿Cuál ser la verdadera respuesta de Benjamín Netanyahu? ¿Este ataque de Hamás a Israel marcará su final político? ¿Qué lider moderado, militar o civil, puede emerger en Israel?

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