Con la autorización de la vicepresidenta Yolanda Díaz, al frente del espacio de Unidas Podemos (Podemos-IU) en el gobierno de coalición socialcomunista que preside Pedro Sánchez, el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, criticó y atacó al Rey Felipe VI, a la Corona y a la Monarquía Parlamentaria en la jornada de la Pascua Militar.
Pablo Echenie atacó al Rey por instar a invertir en defensa y en las Fuerzas Armadas. “Tiene muy claro el modelo de país y de sociedad que defiende y a quiénes representa”, dijo Echenique.
“El Rey pide gastar más dinero público en bombas y en armas. Una cosa hay que reconocerle al hombre: no se equivoca nunca a la hora de elegir programa electoral. Tiene muy claro el modelo de país y de sociedad que defiende y a quiénes representa”, destacó el portavoz de Podemos.
En su discurso en la Pascua Militar, el Rey ha condenado la “injustificable, ilegal y brutal” invasión rusa de Ucrania y ha considerado que esta guerra “ha hecho evidente” la importancia de invertir en Defensa y mejorar las capacidades y medios con los que cuentan las Fuerzas Armadas.
La crítica de Unidas Podemos al Rey, y los silencios de Pedro Sánchez y Yolanda Díez, tienen especial gravedad e importancia en un momento en que Pablo Iglesias ha reconocido el plan de La Moncloa de adelantar las elecciones generales antes de las municipales y autonómicas. Se está especulando incluso con la fecha del 16 de abril.
¿A que juega en ese escenario Yolanda Díaz?
1. Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, le ha exigido un compromiso total con Unidas Podemos. La coalición Unidas Podemos se juega revalir su peso y presencia en seis gobiernos autonómicos (Navarra, La Rioja, Aragón, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Canarias).
2. También están en juego alcaldías como la de Barcelona, en manos de los Comunes de Ada Colau.
3. Belarra insiste en la campaña de Díaz con Galicia en Común, Catalunya en Comú y con todas las coaliciones del espacio que no necesariamente eran de Podemos.
4. Yolanda Díaz podría optar por su propio espacio político, Sumar, rompiendo con Unidas Podemos y Podemos-IU. O incluso fichar por el PSOE.
En este marco de guerra de nervios la vicepresidenta juega a la vez las dos cartas de ser fiel a Sánchez y de no romper con Podemos y liderar su proyecto. Camina, de forma cínica, en el alambre de no querer romper ni con Sánchez ni con Iglesias en un juego que puede ser peligroso, explosivo y dañino àra el PSOE, Podemos y ella misma y su reputación que persigue de competente y eficaz.