La actualidad del 19 de julio viene marcada en Hechos de Hoy por los nombres de Arsenio y Macrina y el aniversario del nacimiento del filósofo Herbert Marcuse.
Efemérides
Tal día como hoy, en 1525, en Alemania, Martín Lutero es excomulgado por el Papa; en 1808 se libra la Batalla de Bailén en España; en 1971 en Nueva York, la Torre Sur de las Torres Gemelas alcanza los 415 m, convirtiéndose en el segundo edificio más alto del mundo, 30 años después caería en el atentado del 11-S.
Personaje del día
Edgar Degas (19 de julio de 1834-27 de septiembre de 1917), pintor impresionista francés conocido por su particular visión del mundo del ballet, autor de cuadros como La estrella, Clase de baile o la escultura en cera llamada La pequeña bailarina de 14 años.
Sus frases
"Un cuadro debe pintarse con el mismo sentimiento con el que un criminal comete un crimen".
"Pintar es fácil cuando no se sabe cómo, pero muy difícil cuando se sabe".
"Una bailarina de ballet solamente se entrega en el escenario".
También nacieron un 19 de julio el filósofo estadounidense de origen alemán Herbert Marcuse (1898-1979), el inventor y fabricante de armas estadounidense Samuel Colt (1814-1862), el escritor español Ramón de Mesoneros Romanos (1803), el escritor escocés A.J. Cronin (1896-1981), el tenista rumano Ilie Nastase (1946), el boxeador ucraniano Vitali Klischko (1971) y el cantante suizo de Il Divo Urs Bühler (1971).
Arsenio, nombre de origen griego que significa
"varonil y vigoroso".
Macrina, nombre que viene del latín y que significa "delgada".
Ab ovo usque ad mala.
Del huevo a la manzana.
Horacio
– Se cae un amigo: te ríes
– Se cae un extraño: te ríes más
– Se cae el Internet: lloras, maldices, gritas…
Quien coquetea con la mentira
se acuesta con el engaño.
Cuando la gente grita ¡incendio!
es porque ve humo.
(Bolivia)
Ten piedad de mi, oh dios, por tu amor, por tu inmensa compasión, borra mi culpa, limpia mi pecado.
Salmo 51, 3
No son las malas hierbas las que ahogan las buenas semillas, sino la negligencia del campesino.
Confucio
Entre los desórdenes del alma, la envidia es el único inconfesable.
Proverbio alemán