La última tragedia en aguas mediterráneas, con la muerte de más de mil personas en pocos días y el salvamento en las últimas horas de más de 500 hombres, mujeres y niños cerca de Calabria, ha desatado la discusión y búsqueda de soluciones para evitar nuevos naufragios. Es urgente lograr un Mediterráneo más seguro y evitar nuevos fracasos humanitarios. En una intervención en la Cámara Baja del Parlamento, el primer ministro italiano Matteo Renzi apeló a un papel más activo de la UE con el respaldo de la ONU. Renzi dijo que la UE debería tener un papel más visible, con el apoyo de Naciones Unidas, en los países subsaharianos de donde proceden los inmigrantes.

El martes, los ministros de Exteriores y de Interior de los países de la Unión Europea acordaron un plan de diez puntos y la celebración de una cumbre especial en Bruselas para el jueves para intentar dar una respuesta inmediata a la inmigración.

Este miércoles, la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA) se han comprometido a cooperar en tres áreas concretas para gestionar el fenómeno de la inmigración irregular entre ambos continentes para poner fin a la trata humana y a las tragedias en alta mar.

Se trata en primer lugar de desvincular la inmigración irregular de la regular y proporcionar vías para que las personas que lo necesiten puedan solicitar y recibir asilo. Además se intensificará la lucha contra las redes de traficantes de personas y la resolución de los conflictos y problemas en los países de origen que motivan la salida desesperada de sus habitantes rumbo a Europa.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó que: "Está claro que la primera prioridad es salvar vidas humanas" y añadió que "mas allá de lo inmediato, habrá que reflexionar sobre el refuerzo de medios a nuestra disposición para ayudar aquellos que quieran partir a Europa en sus países de origen".

Tanto la UE como la UA insistieron en la necesidad de seguir adelante con la negociación para lograr una solución a la crisis política y de seguridad en Libia. Juncker explicó que la UE mantendrá contactos con otros países del Mediterráneo y del Golfo para sensibilizarlos y que entiendan que el problema no es solo de Italia o Malta sino de la UE.

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