Viaje sorpresa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y de la primera dama Melania a Irak para visitar durante tres horas a las tropas estadounidenses. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, anunció el viaje en su cuenta de Twitter. Trump viajó en la noche de Navidad y aterrizó en la base de Al-Asad, al oeste de Bagdad.
Según la portavoz, el matrimonio presidencial se desplazó por primera vez a una zona de combate para agradecerle a las tropas estadounidenses "su servicio, su éxito y su sacrificio" y para "desearles una feliz Navidad".
Hacía meses que el presidente recibía presiones para visitar a las tropas en territorios de combate. Trump había sido blanco de críticas al considerarse que rompió la tradición navideña que se ha repetido desde 2002.
Durante su visita a Irak, Trump volvió a defender la retirada de todas las tropas estadounidenses de Siria, un anuncio que ha causado gran polémica internacional. El presidente aseguró a los periodistas que le acompañaron en el viaje relámpago que "Estados Unidos no puede seguir siendo la Policía mundial". Y añadió: "Ya no queremos ser explotados por países que utilizan a nuestro increíble ejército para protegerse, no pagan por ello", insistió Trump.
"Estamos repartidos por todo el mundo. Estamos en países de los que la mayoría de los ciudadanos no han oído ni hablar. Sinceramente, esto es ridículo", enfatizó.
A su regreso a Estados Unidos, el Air Force One hizo escala técnica en la base aérea estadounidense de Ramstein, en Renania Palatinado, Alemania. A 60 kilómetros de allí nacieron los abuelos de Donald Trump. El presidente también saludó allí a las tropas y firmó autógrafos en gorras con el lema "Make America Great Again“.
