Terelu Campos regresó este sábado a la televisión después de haber sido sometida a una doble mastectomía. Su entrada al plató de Sálvame Deluxe fue tremendamente emotiva tanto para ella como para el público y los colaboradores. Terelu temblaba de los pies a la cabeza mientras esperaba que Jorge Javier Vázquez la ayudara a bajar la escalera. Minutos de aplauso con todos en pie, una standing ovation en toda regla, que le permitió a la colaboradora unos intstantes para llorar primero y para serenarse poco a poco después. "No sabía cuando volvería a pisar este plató", comentó entre sollozos. 

Jorge Javier la acompañó primero al rincón "privé" del plató de Telecinco para una conversación íntima en la que la hija de María Teresa Campos narró el infierno por el que ha pasado durante los últimos meses y que había comenzado a publicarse la pasada semana. Un doloroso testimonio lleno de detalles sobre las dos complicadas operaciones sufridas  y las complicaciones con las que nadie esperaba.

“Psicológicamente ha sido demoledor. Las heridas interiores son más dolorosas que las exteriores” aseguró con los ojos llorosos. El calvario del dolor, sus gritos, el sufrimiento de su madre al otro lado de biombo mientras le hacen todavía hoy las curas… Dos meses y medio sin poder apoyar la espalda de donde le han sacado la grasa para reconstruirle los senos…

Uno de los momentos más sensibles de la entrevista fue precisamente al hablar de su madre. "Nunca le ha dejado ver mis heridas porque no quiero que tenga ese recuerdo". 

Terelu fue muy clara sobre sus momentos en los que incluso pensó en tirar la toalla. Sin embargo, reconoció que está cogiendo fuerzas. “Apostar por seguir viviendo me parece la leche”.

Hacia el final de la entrevista, Terelu anunció que "aún tengo que someterme a una tercera intervención", dejando atónitos a colaboradores y público. Falta "rematar la faena" pero esta vez "sin que me rajen". "Es una cuestión en parte estética, pero es lógico, después de todo lo que he pasado no me puedo quedar hecha un horror, hay que remodelar, arreglar, sacar grasa... inyectarla en las zonas necesarias", explicó. Una última operación que a buen seguro le ayudará a mirarse con menos miedo en el espejo y a recuperar la autoestima.