Malas noticias para la familia Carbonero. Pese a que Sara Carbonero sigue de baja de maternidad tras el reciente nacimiento de su primer hijo junto a Iker Casillas, Martín Casillas, lo cierto es que actualmente no vive uno de sus mejores momentos. Y es que los días de alegrías y felicidad han terminado para Sara.
Las últimas informaciones confirman que el padre de Sara Carbonero ha sido condenado a dos años de cárcel por estafa. Según declaraciones realizadas por el director de la revista Lecturas, Luis Pliego, en La mañana de La 1, los hechos tuvieron lugar en el pueblo en el que viven los padres de Carbonero: Corral de Almaguer (Toledo).
Se trata de la localidad en la que Sara Carbonero pasó su infancia y adolescencia hasta su marcha a Madrid. En la revista se recogerá que Carlos Javier Carbonero ya fue denunciado en 2010 por algunos de los vecinos de la localidad. Como es lógico, la información se ampliará con todo detalle en la edición de Lecturas de este miércoles.
Carlos Javier podría haber captado más de 1,2 millones de euros con un producto, según la denuncia anteriormente citada, cuyo nombre es Acumulator 3. Pasado un tiempo demostraron que este producto nunca llegó a existir. Hay que recordar que Carlos Javier no entrará en prisión, ya que carece de antecedentes penales.
Según la sentencia, las cantidades de las que se apropió ascienden a un total de 944.330 euros, dinero que tendrá que devolver a los 20 afectados. El caso no llegó a juicio ya que Carbonero reconoció los hechos, motivo por el que la condena ha disminuido. “El acusado, previamente a tener conocimiento que el procedimiento se dirigía contra él, reconoció los hechos”, explicaba el escrito.
Asimismo, el tribunal también le aplica otra eximente como es la alteración psíquica ya que está “afectado en sus facultades volitivas e intelectivas de forma parcial por su dependencia síquica al juego patológico que le determinaba de modo directo e inmediato a la realización de la comisión de hechos delictivos dirigidos a la obtención de fondos para satisfacer su compulsión al juego”.
