El presidente Juan Manuel Santos anunció que Colombia se retirará del Pacto de Bogotá, acuerdo firmado en 1948 que ponía a su país bajo la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para efectos de los pleitos con otros países. Santos confirmó la retirada argumentanto que la medida "forma parte de medidas que hemos venido estudiando" a raíz del conflicto de los cayos con Nicaragua sobre el que informó Hechos de Hoy.
“Con esta denuncia, Colombia no pretende separarse de los mecanismos de solución pacífica de controversias”, afirmó el mandatario. Por el contrario, agregó “reitera su compromiso de recurrir siempre a procedimientos pacíficos”.
Se espera que en las próximas horas, la ministra de Exteriores María Ángela Holguín entregue detalles de la decisión dada a conocer. Esta fue tomada nueve días después de que la CIJ le quitara al país una parte de su mar territorial para entregárselo a Nicaragua, y pretende poner al país a salvo de futuras pretensiones de otros países sobre territorio nacional.
La posibilidad de que el país renunciara a este pacto ya había sido planteada la semana pasada por Holguín. El asunto fue analizado durante los últimos días por un grupo de abogados expertos en derecho internacional.
Historia del tratado
El Pacto de Bogotá o Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, se suscribió el 30 de abril de 1948 durante la IX Conferencia Panamericana. El documento fue ratificado en 1968. Colombia aceptó la competencia de la Corte por primera vez en 1932, la modificó en 1937 y la retiró en el 2001.
Holguín ha explicado que la decisión de retirarse del Pacto de Bogotá obedece a proteger el país de nuevas demandas que le puedan cercenar más territorio a Colombia. De hecho, advertió que el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya dejó abierta la posibilidad para que ese país, en una demanda posterior, nos pueda quitar más.
Recientemente, en el Congreso, Holguín señaló que la pretensión nicaragüense era quedarse con 200 millas de plataforma continental, pero la Corte le respondió que no le dio la razón "por unos temas de forma". Para la funcionaria, "eso quiere decir que la posibilidad de que Nicaragua se vengue en una demanda posterior buscando la plataforma continental extendida es muy grande, y ante eso definitivamente tenemos que actuar".