El informe Imagen del poder, elaborado por la organización no gubernamental argentina Directorio Legislativo, sentenció que en los primeros meses de 2022, en la mayoría de los países de América Latina, se mantuvieron en aumento los niveles de desaprobación altos o muy altos con respecto a sus gobiernos.
"Hay una tendencia muy sólida evidenciada en desaprobaciones altas -por sobre los niveles de aprobación-, en la mayoría de las presidencias de la región”, explicó Mario Riorda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigaciones en Campañas Electorales y director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, al analizar los resultados del informe.
Según indicó, esta tendencia “es una novedad” en la región. Durante siete años, desde 2002 a 2009, la aprobación de gobierno, en promedio, aumentó de 36% a 60% entre los 18 presidentes latinoamericanos. Sin embargo, ese panorama empezó a cambiar a partir de 2010.
Riorda mencionó dos fenómenos que en la actualidad se conjugan en la región:
– Caídas rápidas de aprobación al poco inicio de los mandatos de gobierno.
– Desaprobaciones consolidadas en formatos “gravados o híper agravados”.
Apuntó además que, “la situación económica, los sistemas de medios, los actores sociales, todos han incidido y contribuido a cada situación”.
El ranking de presidentes latinoamericano con mayor nivel de aprobación lo lidera el mexicano Andrés Manuel López Obrador (56%), seguido por el uruguayo Luis Lacalle Pou (50%),el chileno Gabriel Boric (39%), el ecuatoriano Guillermo Lasso (32%), el brasileño Jair Bolsonaro (30%), el colombiano Iván Duque (26%), el argentino Alberto Fernández (25%) y el peruano Pedro Castillo (22%).
En tanto, el listado de desaprobación lo encabeza Castillo (71%), seguido por Duque (69%), Fernández (60%), Bolsonaro (53%), López Obrador (41%) y Boric (41%).
El informe muestra que, en términos netos, descontando el porcentaje de desaprobación al porcentaje de aprobación, sólo López Obrador quedó en terreno positivo, con un 15%. Mientras que el mayor nivel neto de desaprobación lo posee Castillo (-49%), seguido por Duque (-39%), Fernández (-35%), Bolsonaro (-23%) y Boric (-2%).
Estos datos corresponden a las últimas mediciones bimestrales del periodo marzo-abril. En el lapso enero-febrero, los mandatarios con mejor imagen en la región fueron Nayib Bukele, de El Salvador, con un 84%, y Luis Abinader, de República Dominicana, con un 67%. No obstante, en estos dos países no hay datos registrados en el último bimestre.
En los casos de los dictadores Nicolás Maduro y Daniel Ortega hay pocos datos. El último registro del venezolano es del bimestre noviembre-diciembre de 2020, cuando reportó una imagen negativa del 82%. En el caso del nicaragüense, entre septiembre y octubre del año pasado, la desaprobación a su gestión ascendió al 64%, según el informe de Directorio Legislativo.
Cuando Riorda advierte que ya no alcanza con históricos partidos políticos para sostener la gobernabilidad, uno de los casos más actuales que evidencia esto es el de Argentina, donde cada vez son más grandes las diferencias entre los sectores más alineados con el presidente Alberto Fernández y los encolumnados detrás de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esta fractura, agravada por las diferentes perspectivas sobre el plan económico, sumado a los altos índices de inflación y a los malos resultados obtenidos por el oficialismo en las últimas elecciones de medio término llevaron al mandatario argentino a ubicarse en el podio de los líderes con mayor desaprobación.