En su gira europea (Alemania y España), Michelle Bachelet dio pistas de nuevos objetivos en Chile. Ha comprendido que reformas ambiciosas en el país exigen moderación y consensos, así como escuchar a los líderes empresariales, una visión más matizada para su agenda política.
Si arrasó a Evelyn Matthei, construir un nuevo escenario político -con reformas de enjundia como la fiscal, educativa y constitucional- exige temple y cuajo. Su reflexión fue interesante tanto en sus conversaciones en Berlín (Angela Merkel) como en Madrid (Mariano Rajoy y Felipe VI): política primero y economía después.
La presidenta ha encomendado al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, escuchar con atención a Eliodoro Matte y Roberto Angelini, líderes de dos importantes grupos económicos y al presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz. También quiso reconocer, de forma personal, el rol de los democristianos asistiendo al homenaje al expresidente Frei Montalva (1964-70). Muy probablemente en su agenda de 2015 -según informaciones de Hechos de Hoy– contemple cambios en su equipo de gobierno en La Moneda y un plan efectivo de reactivación. Crecer, y hacerlo con cohesión social, es un desafío complejo que exige aunar muchos esfuerzos.
Sobre Brasil, explicó que llamó personalmente a Dilma Rousseff nada más confirmarse su triunfo. "Las dos estamos viviendo nuestro segundo periodo presidencial, las dos somos amigas, las dos tenemos una historia común de gran valoración de los derechos humanos y de haber pagado algunos costos familiares y personales por ello", explicó.
"Tenemos una gran afinidad de lo que queremos para nuestra patria y nuestros pueblos. Queremos que nuestros pueblos puedan vivir adecuadamente con dignidad, con el respeto que se merecen. Compartimos esos valores y esos principios", dijo Michelle Bachelet al explicar este eje emocional entre Santiago y Brasilia. En estos momentos, Brasil, Chile y Argentina están bajo el liderazgo de Dilma Rousseff (presidenta reelecta), Michelle Bachelet y Cristina Kirchner.
Fueron igualmente interesante sus precisiones sobre la Alianza del Pacífico y la Cumbre Iberoamericana, los escenarios de cooperación regional. Michelle Bachelet dijo lo primero que la Alianza del Pacífico, "fue vista como una opción política e ideológica para darle la espalda al Atlántico".
"Desde que nosotros llegamos hemos dicho que nos gusta mucho la Alianza del Pacífico, que somos partidarios entusiastas de ella. Pero a pesar de tener distintos tipos de asociaciones, nunca hemos logrado tener la integración y el intercambio comercial de la Unión Europea”, explicó en Madrid la presidenta en el marco de sus actos, encuentros y eventos.
"Chile ha propuesto dentro de la Alianza del Pacífico buscar con el Mercosur, dar pasos en la lógica de la integración, y aprovechar lo mucho que tiene que ofrecer América Latina ante los grandes mercados", puntualizó. "Esto no es para fusionar la Alianza del Pacífico, ni para cambiarle la característica”, indicó Michelle Bachelet reconociendo que tomó nota de que "ha habido preocupación a ese respecto". se refirió a la reunión del Mercosur y la Alianza del Pacífico en Cartagena de Indias.
Michelle Bachelet explicó que a la reunión de Cartagena de Indias "seguirá después un seminario de académicos, cancilleres y sectores económicos para analizar el modelo de la Alianza del Pacífico". "La idea no es fusionarse, sino mirar de qué manera el Atlántico y el Pacífico pueden abrirse a otros mercados", `precisó.
Sobre la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en diciembre en Veracruz, dijo que confía en "que se traduzca en resultados bien concretos". "Más allá de la valoración que cada país haga de la comunidad iberoamericana, creo que si nosotros lográramos llegar a acuerdos concretos y tangibles sobre cómo mejorar el sistema educativo y el acceso a la enseñanza en América Latina, podríamos enfrentar nuestro desafío más grande, que es que somos la región más desigual del planeta", sentenció. En su gira europea, Michelle Bachelet estuvo muy atenta al desenlace de los comicios en Brasil y al rol de una oposición muy fuerte que liderará Aécio Neves.
