José Manuel Soria no tuvo reparos en pedir el cargo al presidente del Gobierno y al ministro de Economía. No le importó el escándalo que le envolvió y obligó a dimitir, el momento de interinidad, y el efecto bomba de su vuelta con cargo, brillo, y suculento sueldo en el Banco Mundial.
Mariano Rajoy y Luis de Guindos asumieron su doble responsabilidad en esta decisión, sin comprender ninguno de los dos la formidable tormenta política desatada en Madrid.
Mariano Rajoy considera que sería injusto impedir que el exministro José Manuel Soria optara a un puesto como director ejecutivo en el Banco Mundial porque se trata de un cargo al que puede aspirar como técnico comercial. Se refirió a esta cuestión en la escala de Kazán, rumbo a la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20).
Considera que se trata de una decisión administrativa, no política y que hay intentos de que cause malestar y revuelo.
"¿Si un funcionario no puede ser funcionario, esto qué es?", señaló en relación con la condición como tal de Soria, quien renunció al cargo de ministro de Industria por considerar que había cometido errores en sus explicaciones tras haber sido relacionado con los denominados papeles de Panamá.
En la misma línea, insistió en que se trata de un funcionario que vuelve a la función pública y recordó que no está inhabilitado y que no se trata de una decisión del Gobierno, ni tan siquiera del ministro de Economía, Luis de Guindos.
"¿Qué se va a hacer? ¿Se le echa de España? ¿Te vas del Gobierno y no puedes volver a la función pública?", se preguntó antes de pedir que se sea "un poco justo" a la hora de valorar algunas cuestiones.
Rajoy recuerda que Soria le comentó sus intenciones para optar a ese cargo en el Banco Mundial, un puesto que el presidente asegura que ni sabía que existía. Respecto al momento de anunciarlo, explicó que era el plazo que había para presentar esa candidatura.
– Ver en Hechos de Hoy, Mariano Rajoy construye su muro contra la Operación Cocodrilo.