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DÉCIMAS DE FIEBRE

Los errores que llevaron al contagio del Ébola y la segunda auxiliar ingresada

La investigación apunta a que Teresa Romero se contagió al quitarse el tercero de los trajes de protección mientras el Ministerio de Sanidad admite que se debió adelantar su ingreso.

Hechosdehoy / Arturo Vázquez
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Nuevo ingreso en el Hospital Carlos III de Madrid de una auxiliar de enfermería del equipo sanitario que atendió a los misioneros españoles repatriados por haberse contagiado de Ébola. La enfermera ingresó en el centro a última hora de la noche del martes en observación al presentar décimas de fiebre.

“Está en observación” declaró la portavoz que no ofreció más datos sobre su estado ni precisó si fue la auxiliar de enfermería quién llamó para informar de la fiebre o si se trata de uno de los contactos que ya habían estudiado tras el contagio de Teresa Romero, ingresada en el Hospital Carlos III desde la madrugada del martes.

La auxiliar "estaba muy asustada" porque es "amiga" de Teresa Romero, también señalaron desde el hospital. La mujer trabaja en el turno de mañana y forma parte del equipo de sanitarios que se encargaron de atender a Miguel Pajares y Manuel García Viejo, los dos religiosos españoles contagiados de Ébola, que fallecieron a los pocos días de ser repatriados a España.

"Nos han dicho que no tiene nada, pero la han ingresado por si acaso", comentaron las fuentes. Con este nuevo ingreso ya son cinco las personas que permanecen en observación por riesgo de padecer Ébola. Asimismo, los casi treinta sanitarios de distintas categorías que atendieron a los dos religiosos repatriados desde Liberia y Sierra Leona aún están en cuarentena de 21 días después del fallecimiento de Manuel García Viejo, el 25 de septiembre.

Entre las pautas a llevar a cabo, están la de tomarse la temperatura dos veces al día y avisar si es elevada. Personal del centro explicó que algunos de sus compañeros son “víctimas de ataques de ansiedad. Todas mis compañeras estaban llorando cuando he llegado. Estamos muy mal de ánimos; la gente se abraza una a otra. No hay forma de consolar a algunas personas”, relató una de las trabajadoras del turno de tarde.

Además de las dos auxiliares de enfermería, también están ingresados en el Hospital Carlos III, el marido de la profesional contagiada, un ingeniero español procedente de Nigeria que está en observación y se encuentra bien, y una enfermera que estuvo expuesta a la enfermedad durante el tratamiento a los misioneros.

¿Qué contagió a Teresa Romero?

Una cadena de errores -según informaciones de Hechos de Hoy– pudo llevar a la situación actual del Ébola en España con la auxiliar Teresa Romero, de 40 años, infectada; su marido, Javier Limón Romero, en aislamiento; y más de 50 personas en observación, de los que 22 son sanitarios, amigos y familiares que estuvieron en contacto con la contagiada.

Los otros 30 son los profesionales que compartieron con Teresa Romero el cuidado de Manuel García Viejo, el misionero repatriado que falleció de Ébola el 25 de septiembre en el Hospital Carlos III, donde trabaja la afectada. Ahora, la primera investigación arroja algunos datos importantes para conocer cómo se produjo el contagio.

El primer error es el que ocasionó la infección en sí misma. Tanto las autoridades como los sanitarios siguen insistiendo en que todo se hizo de acuerdo con los estrictos protocolos de seguridad. Aunque todavía no hay conclusiones definitivas, fuentes apuntan a que el fallo pudo producirse al quitarse Teresa Romero el tercero de los trajes superpuestos que llevaba como protección.

Dicho fallo, si se llegase a confirmar, pasó inadvertido para la mujer, quien en ningún momento informó de que hubiera habido problemas con el equipo. Su última tarea fue limpiar la habitación del fallecido García Viejo. Después de ello se fue de vacaciones con las instrucciones que debían seguir: tomarse la temperatura dos veces al día y si notaba algo anormal, contactar con el Servicio de Riesgos Laborales del hospital.

El 30 de septiembre la mujer, con febrícula (temperatura inferior a 38 grados) y astenia (debilidad), llamó al hospital. Los síntomas todavía eran vagos, como explicó Alemany, y le indicaron que acudiera a su centro de atención primaria, en Alcorcón (Madrid), donde reside.

Fuentes del centro aseguraron que en ningún momento se identificó como una de las enfermeras que había estado en contacto con enfermos de Ébola y se fue a su casa con una receta de paracetamol. Las compañeras de Romero supieron de su fiebre desde el principio. En el chat que comparten, ella avisó de que tenía unas décimas y preguntó a qué temperatura debía llegar para avisar.

Días después, Teresa Romero volvió a llamar al hospital para informar de su malestar. Según fuentes sindicales, ya tenía más de 38,6 grados, pero no se activó ningún protocolo ni se decidió su aislamiento. Según fuentes sanitarias, el lunes pasado, la mujer telefoneó al Hospital Carlos III porque se encontraba “fatal”, pero le indicaron que llamara al Servicio de Urgencias de Madrid (SUMMA) y acudiese a su hospital de referencia.

Fue trasladada al hospital sin protección especial que la llevó a otro centro no especializado donde estuvo varias horas en urgencias. Parte de las 21 personas ahora en observación son quienes estuvieron en contacto con ella en ese periodo. Asimismo, trabajadores del Hospital de Alcorcón aseguran que la mujer llegó avisando que “me temo que tengo Ébola”.

La bajada de la ambulancia y el cuarto de urgencias se realizó con la simple protección de unos guantes y una mascarilla. Ahí estuvo desde primera hora de la mañana hasta pasada la medianoche, cuando fue trasladada al Hospital Carlos III. Más de seis horas fueron las que pasaron desde que se confirmó el diagnóstico hasta que la recogieron.

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