Si por algo se caracteriza Lana del Rey es su sinceridad y por llamar las cosas por su nombre. Si sus declaraciones a The Guardian sobre su depresión dieron la impresión de que a la joven de 28 años no le importaría morir, las de ahora no le van a la zaga.
En una entrevista con la revista Complex, en su edición de agosto/septiembre, la cantante estadounidense asegura que al comienzo de su carrera mantuvo relaciones sexuales con ejecutivos del mercado musical para intentar obtener un contrato, pero las cosas no le salieron bien. "Me acosté con un montón de tipos de la industria, pero ninguno de ellos me ayudó a cerrar acuerdos para discos, lo cual es muy molesto", afirma la artista. En plena promoción de su nuevo álbum, Ultraviolence, la cantante explica de este modo el motivo del título algo autobiográfico de su canción Fucked My Way Up To The Top.
Según los adelantos publicados de la entrevista, Del Rey también habla de la ruptura de su relación de tres años con Barrie-James O´Neill. "Ahora es sólo una relación insostenible, imposible por mi inestabilidad emocional. El mundo me ha resultado pesado durante un par de años", dijo, recordando que padece depresión.
"Estoy un poco jodida, toda esta experiencia de la depresión me ha jodido", afirma la cantante. "No siento que las cosas vayan bien. No es la manera en la que me gustaria que fueran", comenta un tanto descorazonada.