Todo comenzó en los estados de Táchira y Mérida. El martes 4 de febrero un intento de violación contra una universitaria de San Cristóbal, capital de Táchira, encendió la protesta en Venezuela que se extendió a todo el país de los jóvenes de blanco, la llamada primavera latina, un movimiento estudiantil que sacude a Venezuela. Del rechazo a la inseguridad, la violencia, el poder del crimen organizado y los narcos, y las bandas de delincuentes, la protesta estudiantil ha pasado a denunciar la escasez de alimentos, la crisis económica y la corrupción.

En La Habana, donde no hay una percepción abierta de la realidad, la reacción de Raúl Castro y de su círculo de jefes miltares, así como la de un anciano y debilitado Fidel Castro, ha sido la de ordenar a Nicolás Maduro represión sin tapujos, criminalizar la protesta y detener a Leopoldo López. El movimiento de los jóvenes de blanco, que tiene en Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la UCV (Universidad Central de Venezuela), a uno de sus líderes, no ha cedido. A marchas pacíficas en las principales ciudades han sucedido las barricadas con protestas y contramarchas dirigidas desde el Palacio de Miraflores por Nicolás Maduro y sus asesores de inteligencia y contrainteligencia cubanos.

La crisis entró en la etapa más delicada en Valencia, capital del Estado de Carabobo, y tercera ciudad del país. En esta urbe se han producido las muertes de la exreina de belleza Génesis Carmona y la estudiante Geraldine Moreno. Se han sumado al rosario de víctimas desde el mes de febrero. La protesta en Valencia es firme y decidida. Nicolás Maduro ha movilizado por primera vez tropas en una gran ciudad de Venezuela, para masivas detenciones y el control de barrios de clase media, mientras el movimiento estudiantil intensifica su desafío.

¿Qué pasa en Venezuela y qué puede pasar?

En Washington, el Jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general John Kelly, en una comparecencia ante el Comité de las Fuerzas Armadas, fue consultado sobre esta crisis. "Es una situación que obviamente se está cayendo a pedazos frente a nosotros", fue el análisis del general. A una pregunta del senador demócrata por Indiana, Joe Donnelly, señaló su esperanza de que "los venezolanos de alguna manera resuelvan esto ellos mismos, sin que se salga realmente de control con mucha más violencia".

El senador republicano por Texas, Ted Cruz, quiso saber si el Comando Sur puede limitar una posible asistencia de Irán y Cuba a Venezuela para "usar herramientas cibernéticas contra su propio pueblo". El general John Kelly no respondió directamente. Lo que sí afirmó es que los militares venezolanos "están viendo y esperando".
 
"Los militares venezolanos son leales a sí mismos, están esperando y mirando a ver qué pasa. Una señal de las sospechas del gobierno sobre hacia dónde se podrían inclinar los militares es que no los ha utilizado mucho para controlar las protestas", analizó.  "Intentan controlar las protestas con la policía y de otros modos", señalando que el Ejército y el gobierno de Nicolás Maduro tienen "relaciones tensas y diferencias de opinión".

Por su parte el secretario de Estado, John Kerry, aseguró que Estados Unidos se reserva la opción de imponer sanciones contra Venezuela para obligar a una salida pacífica y negociada con los opositores. El senador demócrata por Florida, Bill Nelson, apoyó las sanciones contra aquellos responsables de la muerte de manifestantes y aseguró que serían muy efectivas, porque personas relacionadas con la represión "vienen a comprar casas a Miami".

El general John Kelly también habló del trabajo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos contra el tráfico de drogas asegurando que Venezuela es una de las actuales bases importantes del narcotráfico. En su opinión, miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela y funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro están implicados en los vuelos que parten desde Venezuela con drogas destinadas al mercado de Estados Unidos.

El análisis cubano pretende que Nicolás Maduro remplace a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) por unidades del Ejército. También ha planteado el toque de queda en las zonas más críticas de lo que se está convirtiendo en una insurrección. Analistas y observadores diplomáticos en Caracas -según informaciones recogidas por Hechos de Hoy– apuntan a un paralelismo entre Venezuela y Egipto señalando que habría altos mandos constitucionalistas del Ejército que no desean que unidades militares se involucren en la lucha urbana y diparen contra los estudiantes en lo que sería giro dramático y explosivo

A los consejeros cubanos de Nicolás Maduro, que observan sobre el terreno la deriva de la situación -y no la comprenden-, alarmó la dimisión de altos oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana. Tendrían el rango de coroneles. Se negaron a reprimir a los estudiantes y desertaron según fuentes independientes en Caracas.

¿En qué posición se encuentra Diosdado Cabello? ¿La protesta de los jóvenes de blanco le podría debilitar y tumbar a la vez quer a Nicolás Maduro? ¿Puede producirse una reacción de mandos del Ejército que suponga una ruptura con Cuba y un retorno a los valores republicanos de Venezuela? Si el movimiento de los jóvenes de blanco triunfa, será una de las mayores noticias en América Latina y el éxito de un movimiento de indignados – que llora a sus héroes y heroínas- para salvar a Vanezuela de uno de los mayores caos político, económico y social de su historia moderna.

¿Cuántos venezolanos tienen que morir?