¿El futuro de Cataluña lo marcará el Tribunal Constitucional? La Esquerra Republica de Catalunya (ERC) de Oriol Junqueras ha dicho claramente que no. Desautorizó así al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su vicepresidenta, Joana Ortega.
Ya no es un culebrón del verano. Ha sucedido además tras el enorme escándalo en torno a Jordi Pujol y la confesión de su fraude. El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, aseguró que la consulta crea disensiones en el seno de la federación nacionalista de Convergència Democràtica de Catalunya (CiU). Y todavía fue más allá al sentenciar la visión del Partido Popular que ve a Artur Mas como "un juguete roto en manos de ERC".
Artur Mas quiso dar brillo a los actos del 300 aniversario de la Batalla de Talamanca (13 y 14 de agosto de 1714) – victoria de las tropas del Marqués del Poal sobre las del Conde de Montemar-. Destacó que mantenía intacta su hoja de ruta y que acordaría cualquier decisión "importante" que afecte al proceso soberanista con el resto de partidos que apoyan la votación ((ERC, ICV-EUiA y CUP). "En lo que dependa de mí, no hay Plan A, Plan B, Plan C, Plan D y Plan E. Sólo hay uno, que es votar", sentenció. Pero desde entonces, en confidencias políticas, admite que la crisis está abierta entre CiU y ERC; es decir, que el Pacto de Estabilidad quedó tocado. La posición de la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega -que pasado abría la puerta a aplazar la consulta soberanista, declaraciones recogidas por Hechos de Hoy-, fue contestada con contundencia por ERC.
El secretario general adjunto de ERC, Lluis Salvadó, advirtió que el futuro del proceso soberanista en Cataluña "no lo marcará" el Tribunal Constitucional, asegurando que la "única legalidad" a la que deben su esfuerzo y trabajo es a la voluntad de los catalanes. En una entrevista en Catalunya Informació, Salvadó consideraba así "poco afortunadas" las afirmaciones de Joana Ortega.