La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió en los hechos de hoy, suspender la negociación de las acciones de Grifols de forma cautelar.

Lo ha hecho “con efectos inmediatos” solo 10 minutos antes de que abriera el mercado bursátil europeo y pocos minutos después de que la propia biotecnológica publicara un comunicado a través del organismo supervisor, en el que anuncia que la familia fundadora (los Grifols) y el fondo de inversión británico Brookfield valoran aliarse para comprar todo el capital de la compañía y excluirla de bolsa.

El consejo de administración de la empresa catalana se reunió el domingo 7 de julio, de forma extraordinaria. La razón era de peso: la familia fundadora (“los accionistas familiares de Grifols”, según la notificación a la CNMV) y Brookfield Capital Partners Limited hicieron una petición para que les permitan consultar “determinada información” del fabricante de hemoderivados.

La intención de los Grifols y el fondo de inversión es hacer un proceso de diligencia debida (due diligence), esto es, investigar a fondo el estado real del grupo. Y es que están valorando hacer oferta pública de adquisición (opa) conjunta por todo el capital social (el 100%) de Grifols.

El propósito de la transacción sería la exclusión de cotización de la sociedad, en caso de finalmente llevarse a cabo”, señaló  el comunicado de Grifols a la CNMV.

Asimismo, la compañía asegura en dicho documento que “desconoce si se llevará a cabo o no dicha operación” y que ignora “por completo los términos en los que, en su caso, podría realizarse”.

Según los registros de la CNMV, la situación en la compañía es la siguiente:

— Santiago Grifols Ras posee más del 7,3% del capital de la compañía catalana.

— Enrique y Nuria Grifols Roura tienen cerca del 9,3%.

— La sociedad Scranton, el brazo inversor de los Grifols, y clave en la polémicas que envuelven a la biotecnológica desde principios de año cuenta con más del 8,6%. En conjunto, el 25,3% del accionariado.

— Además, los accionistas vinculados y el consejo de administración atesoran el 30,4% del capital social.

— Capital Research and Management Company y BlackRock son los otros dos mayores accionistas (con el 4,58% y 4,3% de las acciones).

Los Grifols han perdido poder ejecutivo dentro de la compañía que lleva el nombre de la saga familiar a lo largo de los últimos meses. Raimon Grifols Rousa y Víctor Grifols Deu dejaron a principios de febrero sus cargos como director corporativo y como responsable de operaciones, respectivamente, y abandonaron el consejo de administración, pasando a ser consejeros dominicales.

Además, Nacho Abia sucedió a Thomas Glanzmann al frente de la biotecnológica, como consejero delegado (CEO), el pasado 1 de abril. Este fue un nombramiento inesperado que se anunció a finales de febrero pasado, en el mismo día en que la compañía publicó sus cuentas de 2023 sin auditar (y en el que la cotización se hundió un 35% en la que es, hasta ahora, la peor de su historia).

Todo comenzó. como informó Hechos de Hoy, el martes 9 de enero de 2024 a las 7:30 (hora de Madrid). Ese fue el momento que marcó el inicio de la caída en desgracia de Grifols.

Fue entonces cuanto la firma de análisis Gotham City Research, capitaneada por el misterioso Daniel Yu y conocida por haber tumbado en España a Gowex, publicó su primer informe contra la compañía, en el que la acusaba de haber defraudado con sus cuentas de los últimos ejercicios.

Aquel día las acciones de Grifols se depreciaron un 26% al cierre de la bolsa (e incluso llegaron a perder un 43% a lo largo de la jornada). Algo que beneficio enormemente a GIP, el fondo bajista ligado a Gotham City y que había tomado una posición corta en el accionariado de Grifols solo un día antes de emitirse el polémico informe, lo cual alimentó aún más el escándalo empresarial y en los mercados.

El del 9 de enero no fue el único informe incendiario de Gotham City contra Grifols, ni mucho menos. El segundo ataque se produjo el 20 de febrero, con Gotham insistiendo en lo polémico que es el entramado societario de Grifols, especialmente la cuestionable relación entre la firma y Scranton, uno de sus mayores accionistas.

La ofensiva continuó el 6 de marzo, cuando Gotham City Research dio más argumentos para defender que, a su parecer, la biotecnológica está “tomando el pelo a los accionistas” con sus resultados. Entonces solo había salido a la luz el balance no auditados de 2023.

Y el, por el momento, último golpe fue asestado el 14 de mayo, cuando la firma de análisis ‘justiciera’ (su nombre hace referencia a la ciudad en la que vive en el superhéroe ficticio Batman) denunció que, a su parecer, BPC Plasma, filial de Grifols, había prestado de forma incorrecta 266 millones de euros a Scranton.