Durante la primera mitad de la semana que viene llegará una nueva vaguada que provocará un aumento de la inestabilidad, con aguaceros en buena parte de la Península. Se reforzarán en las regiones mediterráneas y en el archipiélago balear, donde serán intensos y tormentosos. A partir de ahí, se impondrá un nuevo patrón meteorológico durante unos cuantos días.

Las temperaturas irán sufriendo altibajos por esta sucesión de masas de aire de distinta naturaleza, y tras el ambiente anormalmente fresco de los últimos días pasaremos al otro extremo, según explica el experto Samuel Biener de Meteored.

Tras el paso de la vaguada de comienzos de la semana, se irá configurando un anticiclón de bloqueo en el entorno de las islas británicas que rápidamente migrará hacia el continente europeo. En esta ocasión las altas presiones en superficie servirán de sustento a una dorsal subtropical que irá ascendiendo sobre la vertical peninsular.

Las previsiones muestran que las temperaturas subirían de forma acusada y generaliza, y en la segunda parte de la semana que viene la isoterma de 20ºC a unos 1500 m tocaría la Península, mientras que la de 24 rondaría Canarias. De cumplirse esto, hablaríamos de valores de 30-35 ºC en el sur o en puntos del archipiélago canario (localmente más).

Además, salvo algún chubasco aislado en Canarias, la estabilidad sería total en esos días. Como es habitual, la incertidumbre crece a medida que nos alejamos en los plazos, pero esta situación de bloqueo con temperaturas anormalmente altas y ausencia de lluvias podría prolongarse en el resto de la primera quincena del mes.

La segunda quincena queda por ahora muy lejos, pero el modelo no muestra un patrón meteorológico muy definido, por lo que hay que esperar. Eso sí, son muy necesarias lluvias en numerosas comarcas de las regiones mediterráneas y del sureste, que se han convertido en el epicentro de la sequía estos meses.