El nadador guipuzcoano Íñigo Llopis ha conseguido este viernes la medalla de plata en los 100 metros espalda de la clase S8 de los Juegos Paralímpicos de Tokio, quinta presea oficial de la delegación española y cuarta lograda en la piscina, todas del mismo color.

El de San Sebastián, de 22 años, ha estrenado su palmarés paralímpico después de una prueba dominada claramente por el estadounidense Robert Griswold, autor de un nuevo récord del mundo (1:02.55), y en la que el vasco supo apretar al final para garantizarse la segunda posición (1:06.82)

"Estoy muy contento y aunque la marca no me ha gustado mucho, lo que contaba era ganar la medalla. La plata era a lo máximo a lo que podíamos aspirar y lo hemos logrado", señaló Llopis a los medios tras ganar su primer metal paralímpico.

Llopis compitió hace cinco en Río de Janeiro y ha pasado un calvario de lesiones. "Esto es un subidón. Río fue una gozada, iba más a disfrutar que otra cosa y después de las lesiones que he tenido, volver a competir y llegar a este nivel es increíble", apuntó.

Reconoció que estos 100 espalda era lo que "más" había trabajado todo el año. "Lo que contaba era sacar 'chapa'. Hemos ido mejorando la marca durante todo el año y hemos estado el segundo en el ranking bastante tiempo", comentó.

Llopis iba tercero tras el primer largo y tuvo que apretar en los segundos 50 para poder conquistar esta plata. "Yo sabía que tengo buena vuelta y que tenía que seguir a lo mío, intentar coger mucha fuerza y llegar", aseguró el nadador español con discapacidad física que lo que quiere es llamar cuanto antes "amigos, entrenador y familia y darles un abrazo todos".