Sin duda se sabe que el tabaco es algo nocivo para la salud. No en vano, fumar está considerado como el principal factor de riesgo para lograr una muerte prematura. Y es que el consumo de cigarrillos daña, y mucho, la salud tanto a corto como a largo plazo.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de las Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS) de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH) muestra que el tabaquismo persistente y continuado conlleva alteraciones en más de 7.000 genes que contribuyen al desarrollo de las enfermedades relacionadas con el tabaco, caso, entre otras, de las enfermedades pulmonares y cardiovasculares, de la osteoporosis y del cáncer.
La buena noticia es que, como explica Stephanie J. London, directora de esta investigación publicada en la revista Circulation: Cardiovascular Genetics, "si bien nuestro trabajo enfatiza los efectos residuales a largo plazo del tabaquismo, también demuestra que cuanto antes se deje el tabaco, mucho mejor para la salud del fumador".
"La cesación tabáquica hace que muchas de las alteraciones genéticas, y por tanto el riesgo de enfermedades asociadas al consumo de cigarrillos, desaparezcan. Pero se trata únicamente de una buena noticia ‘a medias’. Y es que algunas de estas alteraciones en los genes nunca llegan a desaparecer, por lo que el mensaje es tan claro como contundente: no hay que fumar", comentaron los expertos.
"La metilación del ADN queda como una ‘firma’ a largo plazo de la exposición al tabaco y es un mecanismo potencial por el que el tabaco predispone a padecer enfermedades como las cardiovasculares o el cáncer", indicaron.
La presencia de alteraciones en los genes podría utilizarse para identificar a aquellos fumadores o ex fumadores que aseguran que nunca han tocado el tabaco, lo que ayudaría a calcular su riesgo de padecer las enfermedades derivadas del consumo de cigarrillos.
Como apunta Stephanie London, "podríamos usar este tipo de datos para estimar que gente ha fumado. Nadie te dice que fuma cuando no lo hace, pero muchos que fuman dicen que no lo hacen, por lo que podríamos utilizar estas señales o alteraciones para identificarlos".
"Algunos de los que alertamos de que el tabaquismo es un problema de salud pública entendemos que allá donde miremos todo está afectado por el tabaco. Muchos cánceres, enfermedades óseas, patologías pulmonares y cardiovasculares, problemas gastrointestinales… Fumar tiene una amplia gama de efectos, por lo que no resulta especialmente sorprendente saber de estos efectos epigenéticos", concluyó la experta.
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