El jefe de la opopsición y presidente del Partido Partido aseguró de forma “clara, contundente y sin ningún tipo de matiz” que el deporte y el racismo son “absolutamente incompatibles”.
“Cuando hay personas que intentan dar una imagen distorsionada de una ciudad, tenemos que ser claros y contundentes”, subrayó Alberto Núñez Feijóo en los hechos de hoy.
Abogó por ordenar, con las empresas tecnológicas, las consecuencias de la digitalización en menores y adolescentes para que los jóvenes no tengan acceso a cualquier tipo de página porque la desinformación perjudica los valores “y lo distorsiona todo”.
Se mostró preocupado ante los peligros de Internet y las redes sociales, “que haya adolescentes que se pasan el rato delante del móvil, el consumo de pornografía y que muchos de ellos no se pueden ir a la cama sin su teléfono”. “Estamos ante un problema global”, subrayó.
Situó la educación como la “piedra angular sobre la que debe descansar cualquier sociedad”, por lo que apuesta por que se respete a los profesores, que los currículums y las pruebas de selectividad sean homogéneos para garantizar así una educación de calidad, y que “aprobar sea lo contrario de suspender”.
Calificó de “fundamental” la Formación Profesional y apostó por la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años
Destacó las similitudes entre la educación y el deporte, en los que el esfuerzo y la disciplina son determinantes, al tiempo que criticó a todos los que afirman que el esfuerzo, el sacrificio y la disciplina significan ser de derechas, antiguo y conservador. “Si ser conservador es sacrificarse y esforzarse, la gente debería conservar estos valores”, destacó.
Considera que, en política, hay que ser un “corredor de fondo” y que no se puede llegar a los objetivos marcados “de cualquier forma” ni tensionar o crispar, sino hacer propuestas y tomar decisiones que dejen el país mejor que cuando se llega al Gobierno
Equiparó a un presidente con un entrenador, que debe estar al frente de un equipo que funcione, y tomar decisiones en primera persona, pensando siempre en qué es lo mejor para la sociedad y no en lo que reporta más votos.
Apostó por escuchar a la calle, porque es una “buena fuente de formación” para conocer cuáles son sus problemas y preocupaciones, al tiempo que rechazó que el Gobierno se dedique a generarlos, a banalizar la gestión de los asuntos públicos y a frivolizar.