Barack Obama dejó en manos de los tribunales de justicia el perseguir el espionaje por Internet. La dura polémica en torno a la misión de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) hizo reflexionar al presidente.
Tampoco se ha considerado efectivo dejar en manos del Pentágono el nuevo escenario de espionaje económico. El choque personal con Angela Merkel y Dilma Rousseff -asunto que destacó Hechos de Hoy– han resultados muy ácidos para el presidente. El paso dado ahora supone además el comienzo de un proceso en cuestiones de ciberespionaje contra otro país.
Es, además, la respuesta en asuntos tan vitales como el espionaje industrial y el robo de secretos comerciales. En opinión de analistas y observadores, es muy relevante la iniciativa del Departamento de Justicia de acusar a Pekín de robar los secretos para el beneficio de los competidores chinos.
Se apunta a cinco jefes militares
Estados Unidos responsabilizó así, directamente, al poder militar de la República Popular China de delitos de "piratería informática" y "espionaje económico". Un gran jurado de Pensilvania acusó a cinco jefes militares, "miembros de la Unidad 61398 del Tercer departamento del Ejército de liberación del pueblo". El fiscal general, Eric Holder, anunció que "este asunto de presunto espionaje económico perpetrado por miembros del ejército chino representa la primera persecución contra un actor estatal por este tipo de espionaje".
Los oficiales implicados -cuyos nombres e identificación son Wang Dong, Sun Kailiang, Wen Xinyu, Huang Zhenyu y Gu Chunhui – están acusados de robar, entre 2006 y 2014, secretos comerciales de empresas de Estados Unidos (Westinghouse, US Steel, Allegheny Technologies, Alcoa, y SolarWorld).
"Mientras Westinghouse negociaba (en 2010) con una empresa pública china la construcción de varios reactores nucleares, estos hackers robaron planos de los componentes de esos reactores", informó el fiscal general. Los documentos judiciales citan el caso Alcoa. Cuando se estudiaba una asociación con una empresa china en febrero de 2009, fue víctima también de un ataque informático en el que sufrió el robo de miles de correos internos -algunos de ellos trataban sobre precisamente ese acuerdo-.
"Los secretos comerciales y otras informaciones sensibles robadas en este asunto son importantes y exigen una respuesta agresiva", dijo Eric Holder, añadiendo que la Administración de Barack Obama "no tolerará las acciones de ningún Estado que intente sabotear ilegalmente a compañías americanas". Aunque estas acusaciones son simbólicas, evitarían que los militares acusados viajen a Estados Unidos u otros países que tengan acuerdos de extradición con Estados Unidos. Varios expertos en la ciberseguridad advirtieron de la importancia del giro que supone esta implicación de cinco jefes militares de la República Popular China.
El ciberespionaje de China y Corea del Norte
