Si hay un problema que cada vez preocupa a más personas es la alopecia. No hablamos exclusivamente de la masculina, debido a que las mujeres también pueden sufrir de ello. El estrés, cambios hormonales o la genética son algunas de las causas que explican que cada vez existan más personas con problemas de este tipo.
Lo más recomendable, es acudir a centros especializados como clínicas IMD para que nos realicen un test de alopecia desde que observemos los primeros signos. De esta forma, tendremos la posibilidad de que puedan aplicarnos ciertos tratamientos durante estas fases más tempranas, ya que si nos hallamos en fases avanzadas, podría llegarse a puntos irreversibles, pero primero hay que saber cómo detectar estos problemas de alopecia. En este artículo revelaremos cuáles son.
Uno de los signos más comunes es la pérdida gradual en la parte superior de a cabeza
Cuando hablamos de alopecia, no nos referimos exclusivamente al pelo que se halla en la cabeza, sino también al de otras extremidades del cuerpo. En estos casos, hallamos que puede ser o bien temporal o permanente, lo más idóneo es que nos lo indiquen en un test de alopecia, para determinar sus causas y alcance.
La circunstancia hereditaria suele ser el elemento más habitual a la hora de hablar de alopecia. Sin embargo, cada paciente es un mundo, por lo que lo más aconsejable es acudir a un centro especializado en el que nos lo puedan diagnosticar.
Un síntoma muy común es la pérdida gradual en la parte superior de la cabeza. Se trata de una circunstancia que aparece a medida que tenemos una edad más avanzada.
En el caso de los varones, el cabello tiende a retroceder en la línea capilar de la zona de la frente. Por su parte, las mujeres poseen un ensanchamiento de la raya del pelo.
Por otra parte, encontramos un tipo de alopecia diferente y más visual: las calvas circulares. Ciertas personas pueden notar cómo aparecen diferentes parches en la zona del cuero cabelludo, pero no solo en esta zona, sino también en las cejas.
Como decíamos anteriormente, factores como el estrés o fuertes emociones, pueden causar estragos en el cabello. En estos casos, podemos notar cómo distintos mechones del cabello pueden caer al lavarse el pelo o al cepillarlo. Generalmente, suele ser una causa temporal, pero sí que conviene revisarla a menudo.
Desgraciadamente, existen ciertos tratamientos médicos para tratar enfermedades como el cáncer que pueden causar la pérdida de cabello en todas las partes del cuerpo. Generalmente, el vello vuelve a crecer, pero es importante tener en cuenta que este tipo de tratamientos, tienen estas consecuencias.
Si existe una caída alarmante de cabello durante un largo período de tiempo, observamos parches o un retroceso de la línea del cabello, lo más aconsejable es que acudamos a los expertos en salud capilar para que nos realicen un diagnóstico y nos recomienden un tratamiento que sea eficaz.
Además de acudir al médico, evitaremos la pérdida del cabello si no estiramos excesivamente el cabello, lo protegeremos del sol, evitaremos el tabaco y sobre todo, las planchas o los secadores.