La gira americana de Francisco –Cuba y Estados Unidos– quedará como el momento culminante de su papado, sus horas más decisivas (ver en Hechos de Hoy, Francisco aboga por la abolición de la pena de muerte en su histórico discurso).
En Cuba, sus palabras y gestos, que no fueron bien recibidos por todos, abogaron por la reconciliación en las familias, un llamamiento muy profundo y de largo alcance. En Estados Unidos, tras su acogida con máximos honores en la Casa Blanca, dejó en el Congreso un aldabonazo que no se puede ignorar.
Francisco había trabajado largamente en este discurso. Por primera vez un Papa se dirigía al Congreso de Estados Unidos. Se dirigió en tono cordial pero con la máxima energía. Instó a la abolición de la pena de muerte y el fin del comercio de armas, al respeto a los inmigrantes, a abandonar el maniqueísmo en el trato a los enemigos, y a luchar con determinación contra el deterioro del medio ambiente.
Hubo una gran emoción escuchando sus palabras. Un tercio de los congresistas son católicos. También seis de los nueve miembros del Tribunal Supremo.
Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, citó a Abraham Lincoln y a Martin Luther King. Habló durante 50 minutos. Lo hizo en inglés, avanzando lentamente y con subrayados, mirando cara a cara a su auditorio.
Fueron palabras que impactaron. Emocionaron muy especialmente al duro (y a la vez tierno) John Boehner, el líder de los republicanos en el Congreso. Se le vio profundamente emocionado y conmovido. Tras sus palabras, Boehner acompañó al Papa a saludar a la multitud que se encontraba frente al Capitolio.
En ese momento, de nuevo, Boehner no pudo contener las lágrimas y la emoción se apoderó de él, sin que pudiera controlarla. Escuchó conmovido las palabras que Francisco pronunció a los jóvenes que allí se encontraban.
De Washington a Nueva York
El papa Francisco permanece 36 horas en Nueva York, segunda etapa de su gira en Estados Unios, cargada de política y emoción, que comenzó el miércoles en Washington y concñluye el fin de semana en Filadelfia.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, el alcalde Bill de Blasio y el arzobispo de la ciudad Timothy Dolan recibieron a Francisco en la puerta de la catedral. Francisco habla este viernes ante la Asamblea General de la ONU, ofrece un servicio interreligioso en el Museo del 11 de Septiembre, visita una escuela católica en Harlem, encabeza una procesión en Central Park y oficia una misa en la arena Madison Square Garden. De nuevo una agenda extraordinariamente intensa.
