Las dietas milagros no existen. Esto es algo que siempre han resaltado los expertos ya que perder mucho peso y de forma rápida es algo que la gran mayoría de personas buscan, pero no todo es oro lo que reluce. Las denominadas dietas milagro, pueden ser bastante perjudiciales para nuestro organismos, por no hablar del efecto rebote que nos pueden acarrear.
Entre las más perjudiciales se encuentra la Dieta de la Clínica Mayo que no tiene nada que ver con la famosa clínica estadounidense. La base principal de esta dieta son los huevos, de hecho se recomienda comer entre cuatro y seis diarios. El objetivo recae en ingerir diariamente unas 1.200 calorías y excluye alimentos como los lácteos.
Las consecuencias para la salud de esta dieta son bastante nocivas, ya que según la Agencia Española de la Salud acarrea deficiencias de calcio que pueden derivar en hipertensión y osteoporosis. La rumorología apunta que Elizabeth Taylor practicaba en algunos periodos esta dieta.
También aparece la Dieta de Atkins que permite el consumo de grasas. Deja comer libremente carne, pescado, huevos, fiambre, etc. y muy poco pan, frutas y verduras. Además elimina de la dieta las legumbres y patatas. Es una dieta muy rica en grasas y proteínas, y muy pobres en hidratos de carbono, lo que provoca consecuencias para la salud.
Halitosis o acetona, estreñimiento, aumento del colesterol, aumento del ácido úrico, y en algunas ocasiones riesgo cardiovascular por una sobrecarga de grasas y de proteínas. Eso sí, hay rostros conocidos que son abanderadas de este régimen, algunas de ellas como Kim Kardashian, Rihanna o Catherine Zeta-Jones.
La Dieta de la proteína líquida también aparece. Aunque se puso de moda algún tiempo, la proteína extraída de la piel de vaca tratada con ácido para trasformarla en líquido se utiliza para sustituir comidas. Se hizo muy famosa, y se vendieron los productos de manera masiva. Sin embargo, la tan famosa dieta causó más de sesenta muerte en Estados Unidos, y una gran cantidad de problemas cardiovasculares e infecciones agudas y crónicas.
También está la Dieta del Alcohol o ebriorexia. Su concepto es realmente claro: dejar de comer para poder beber alcohol con el fin de que las calorías de este no provoquen un aumento de peso por la ingesta de comida. Se consigue un estado de embriaguez con muy poca cantidad de alcohol, a la vez que puedes perder peso. La fallecida cantante Amy Winehouse o Lindsay Lohan pueden ser una de las máximas inspiradoras de esta dieta.
Por último está la Dieta de la tenia o solitaria. Su trabajo es sencillo ya que hay que ingerir huevos de una tenia, parásito que puede vivir en el aparato digestivo humano, y que sea este quien absorba todo lo que comemos. Es sin lugar a dudas uno de los métodos más insanos, ya que provocan enfermedades como la meningitis, epilepsia, problemas visuales o demencia. Si se extiende por los conductos pancreáticos puede llevar a la muerte.
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