¿Quién filtró el vídeo al nativo digital de Eduardo Inda? ¿Conocía esa operación Esperanza Aguirre? ¿Quién quiso jugar de manera tan sucia con algo que sucedió en 2011? ¿Cómo un vídeo del servicio de seguridad de Eroski, con el hurto de las cremas de Olay, pudo aparecer en 2018 en el momento estratégico de las vísperas del Dos de Mayo y la moción de censura de PSOE y Podemos? ¿Una operación para destruir a Cristina Cifuentes pero evitar dañar al Partido Popular?
Los enigmas apasionaron en las redes. No son de fácil contestación. Esta vez sí existió teléfono rojo entre Génova y Puerta del Sol. Cristina Cifuentes tenía que anunciar su dimisión antes de la llegada de Mariano Rajoy al Congreso de los Diputados. Así sucedió.
Sorprendentemente Cristina Cifuentes era un ciclón de renovación en el Partido Popular de Madrid. Una mujer respetada y admirada por su gestión en la Comunidad de Madrid. Pero su lucha contra la corrupción política comenzó a pasarle la factura de fuego amigo. Sea cual sea la mano que meció la cuna, pertenece al PP a sus círculos más estrechos.
Cristina Cifuentes superó el ataque cruel de Francisco Granados. Incluso hasta su grosera intromisión en su vida personal y sexual destapando viejos bulos. Pero en cambio no supo, o pudo, manejar el Mastergate, que la dejó tocada y hundida. Precisamente en su comparecencia dijo que tenia previsto celebrar primero los actos solemnes del Dos de Mayo para, a continuación en ese día, presentar su dimisión. No imaginaba que la tendría que precipitar.
En una comparecencia sin preguntas en Puerta del Sol, la presidenta de la Comunidad de Madrid situó el marco de su decisión. "He renunciado a la Presidencia de la Comunidad de Madrid porque la izquierda radical no puede gobernar Madrid en contra de la voluntad que los ciudadanos expresaron en las urnas. No podemos permitir que destruyan el gran proyecto que iniciamos hace tres años", señaló.
De forma humana, desveló sus sentimientos personales. "Se han traspasado líneas rojas evidentes, ha sido un ataque personal. Todos saben que he sido espiada, que se han hecho dosieres contra mi persona, Ha sido un linchamiento a todas horas por tierra, mar y aire", aseveró.
Sus últimas horas las pasó con su círculo más próximo formado por Ángel Garrido, Rosalía Gonzalo y Marisa González. Tuvo el apoyo directo de María Dolores de Cospedal. Se abre ahora la negociación política entre Partido Popular y Ciudadanos de un candidato limpio. Actúan a contrarreloj. El Dos de Mayo llega cargado con nuevas encuestas para la alcaldía de Madrid y la presidencia de la Comunidad.