David Cameron, primer líder que reconoce la gravedad de lo que los especialistas califican como el pilar europeo de la guerrilla suní radical de Estados Islámico. En una conferencia de prensa anunció que elevó a grave el nivel de alerta por terrorismo en el Reino Unido reconociendo que aumentó la amenaza de atentados.
David Cameron cifró en 500 los británicos que han salido del país para combatir en Oriente Medio. De ellos 150 ya han regresado, según el jefe de la policía de Londres, Bernard Hogan-Howe. En Siria, empezaron luchando contra el régimen de Bachar El Asad y ahora matan más a miembros de grupos rivales (hay media docena) y a población civil que a militares sirios. En Irak es la lucha contra todos, empezando por chiíes y cristianos.
La ministra del Interior, Theresa May, indicó en un comunicado que el riesgo de sufrir un atentado es altamente probable, pero no inminente. La reunión anual de la OTAN se celebrará en Gales los próximos 4 y 5 de septiembre. La entrada en vigor de las primeras medidas, como más policías en las calles, algunos armados, fue inminente.
"A lo que nos enfrentamos en IraK con el Estado Islámico es la mayor amenaza para nuestra seguridad que hemos visto hasta ahora”, dijo David Cameron. La decapitación de James Foley ha provocado una sacudida muy especial en el Reino Unido. David Cameron señaló que el auge del extremismo "no es un problema que esté a miles de kilómetros" y teme que acabar con él sea una tarea de generaciones. "Podríamos estar frente a un Estado terrorista a orillas del Mediterráneo y fronterizo de un miembro de la OTAN", indicó.
El Reino Unido, como Holanda -y es una medida que estudia España según informaciones de Hechos de Hoy– estudia quitar la nacionalidad a quienes participen en entrenamientos yihadistas.